Encontrados 68 resultados para: extendió

  • Además, mandó construir en Jerusalén máquinas de guerra ideadas por expertos, para ser colocadas sobre las torres y los ángulos, a fin de arrojar flechas y grandes piedras. Su fama se extendió hasta muy lejos, porque con la ayuda extraordinaria de Dios llegó a hacerse fuerte. (II Crónicas 26, 15)

  • En seguida se levantó, y se atavió con sus vestiduras y con todos sus adornos femeninos. Su servidora se adelantó y le extendió en el piso, ante Holofernes, las pieles que Bagoas le había dado para su uso diario, a fin de que comiera reclinada sobre ellas. (Judit 12, 15)

  • Al ver a la reina Ester, que estaba de pie en el patio, el rey la miró con benevolencia y extendió hacia ella el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces Ester se acercó y tocó la punta del cetro. (Ester 5, 2)

  • extendió sus sarmientos hasta el mar y sus retoños hasta el Río. (Salmos 80, 12)

  • Una gran consternación se extendió por todo Israel. (I Macabeos 1, 25)

  • Él extendió la gloria de su pueblo y se revistió de la coraza como un héroe; se ciñó sus armas de guerra y libró batallas, protegiendo al ejército con su espada. (I Macabeos 3, 3)

  • Así Judas y sus hermanos comenzaron a ser temidos, y el pánico se extendió por las naciones vecinas. (I Macabeos 3, 25)

  • Una vez iniciado el combate, Jonatán extendió su brazo para descargar un golpe sobre Báquides, pero este lo esquivó, echándose atrás. (I Macabeos 9, 47)

  • El rey lo aprobó y extendió a Jonatán un documento acerca de lo conversado, en los siguientes términos: (I Macabeos 11, 29)

  • Extendió las fronteras de su nación y tuvo el país en sus manos. (I Macabeos 14, 6)

  • Después de este, fue castigado el tercero. Apenas se lo pidieron, presentó su lengua, extendió decididamente sus manos (II Macabeos 7, 10)

  • Después Jeremías extendió su mano derecha y entregó a Judas una espada de oro, diciendo mientras se la daba: (II Macabeos 15, 15)


"Tente percorrer com toda a simplicidade o caminho de Nosso Senhor e não se aflija inutilmente.” São Padre Pio de Pietrelcina