Encontrados 68 resultados para: extendió

  • y la mujer tomó un lienzo, lo extendió sobre la boca del pozo y esparció encima grano machacado, de manera que no se notaba nada. (II Samuel 17, 19)

  • Desde allí el combate se extendió a toda la región, y el bosque devoró aquel día más gente que la espada. (II Samuel 18, 8)

  • El Ángel extendió la mano hacia Jerusalén para exterminarla, pero el Señor se arrepintió del mal que le infligía y dijo al Ángel que exterminaba al pueblo: "¡Basta ya! ¡Retira tu mano!". El Ángel del Señor estaba junto a la era de Arauná, el jebuseo. (II Samuel 24, 16)

  • Salomón se puso ante el altar del Señor, frente a toda la asamblea de Israel, extendió sus manos hacia el cielo (I Reyes 8, 22)

  • Al oír la palabra que el hombre de Dios proclamaba contra el altar de Betel, Jeroboám extendió su brazo desde encima del altar, diciendo: "¡Deténganlo!". Pero el brazo que había extendido hacia el hombre de Dios le quedó paralizado, y no pudo volverlo atrás. (I Reyes 13, 4)

  • Luego dijo: "Levántala". El discípulo extendió la mano y la recogió. (II Reyes 6, 7)

  • Pero a la mañana siguiente tomó una manta, la empapó en agua y la extendió sobre el rostro del rey, hasta que murió. Jazael reinó en lugar de él. (II Reyes 8, 15)

  • Cuando llegaron a la era de Quidón, Uzá extendió su mano para sostener el Arca, porque los bueyes habían resbalado. (I Crónicas 13, 9)

  • La fama de David se extendió por todas las regiones, porque el Señor lo hizo temible delante de todos los pueblos. (I Crónicas 14, 17)

  • Salomón, puesto de pie ante el altar del Señor, frente a toda la asamblea de Israel, extendió las manos. (II Crónicas 6, 12)

  • Porque él había hecho un estrado de bronce, de dos metros y medio de largo, dos y medio de ancho, y uno y medio de alto, y lo había colocado en medio del atrio. Salomón subió al estrado, se arrodilló frente a toda la asamblea de Israel, extendió sus manos hacia el cielo (II Crónicas 6, 13)

  • Los amonitas le pagaban tributo, y su fama se extendió hasta las fronteras de Egipto, porque se había hecho muy poderoso. (II Crónicas 26, 8)


“O Coração de Jesus não deixará cair no vazio a nossa oração se ela for plena de fé e de confiança.” São Padre Pio de Pietrelcina