Encontrados 157 resultados para: entrar%C3%A9

  • Por eso, voy a entrar todavía en pleito con ustedes -oráculo del Señor- y también con los hijos de sus hijos. (Jeremías 2, 9)

  • Luego Jeremías dio esta orden a Baruc: "Yo estoy impedido; no puedo entrar en la Casa del Señor. (Jeremías 36, 5)

  • Emprendieron la marcha e hicieron un alto en Guerut Quimhán -que está en las cercanías de Belén- con el propósito de seguir adelante y entrar en Egipto, (Jeremías 41, 17)

  • entonces, escuchen la palabra del Señor, ustedes, resto de Judá: Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Si ustedes pretenden a toda costa entrar en Egipto, para residir allí, (Jeremías 42, 15)

  • Todos los que pretendan a toda costa entrar en Egipto para residir allí, morirán por la espada, el hambre y la peste; ninguno de ellos sobrevivirá ni escapará a la desgracia que atraeré sobre ellos. (Jeremías 42, 17)

  • Y ahora pueden estar seguros de que morirán por la espada, el hambre y la peste, en el lugar donde quieren entrar para residir allí". (Jeremías 42, 22)

  • Tomaré al resto de Judá que se empeñó en entrar en Egipto para residir allí, y todos desaparecerán completamente en el país de Egipto: caerán bajo la espada, desaparecerán completamente por el hambre desde el más pequeño al más grande, morirán por la espada y el hambre, y se convertirán en imprecación, devastación, maldición e ignominia. (Jeremías 44, 12)

  • El adversario extendió su mano hacia todos sus tesoros. ¡Sí, ella ha visto a los paganos entrar en su Santuario, aunque tú mismo habías prohibido que entraran en tu asamblea! (Lamentaciones 1, 10)

  • No obstante, alcé mi mano en el desierto para jurarles que no los dejaría entrar en la tierra que les había dado, esa tierra que mana leche y miel, el más espléndido de todos los países. (Ezequiel 20, 15)

  • cuando los hice entrar en la tierra que, con la mano levantada, había jurado darles, ellos, al ver cualquier colina o cualquier árbol frondoso, ofrecían allí sus sacrificios, presentaban allí sus ofrendas provocativas, depositaban allí sus perfumes de aroma agradable y derramaban allí sus libaciones. (Ezequiel 20, 28)

  • Y cuando los haga entrar en la tierra de Israel, en el país que, con la mano levantada, juré dar a sus padres, ustedes sabrán que yo soy el Señor. (Ezequiel 20, 42)

  • Por eso, así habla el Señor: Ningún extranjero, de corazón y cuerpo incircuncisos, ninguno de los extranjeros que residen en medio de Israel, podrá entrar en mi Santuario. (Ezequiel 44, 9)


“Quando Jesus vem a nós na santa comunhão, encontra alegria em Sua criatura. Por nossa parte, procuremos Nele a nossa alegria.” São Padre Pio de Pietrelcina