Encontrados 157 resultados para: entrar%C3%A9

  • No contento con esto, Antíoco tuvo la osadía de entrar en el Templo más santo de toda la tierra, llevando como guía a Menelao, el traidor de las leyes y de la patria. (II Macabeos 5, 15)

  • Sólo entonces, en aquel estado de postración, comenzó a ceder en su desmedida soberbia y a entrar en razón, por los dolores que se hacían cada vez más intensos a causa del castigo divino. (II Macabeos 9, 11)

  • Lo que existe, ya ha sido llamado por su nombre. Ya se sabe lo que es el hombre, y que él no puede entrar en pleito con aquel que es más fuerte que él. (Eclesiastés 6, 10)

  • Él me hizo entrar en la bodega y enarboló sobre mí la insignia del Amor. (Cantar 2, 4)

  • Apenas los había pasado, encontré al amado de mi alma. Lo agarré, y no lo soltaré hasta que lo haya hecho entrar en la casa de mi madre, en la habitación de la que me engendró. (Cantar 3, 4)

  • Yo te llevaría a la casa de mi madre, te haría entrar en ella, y tú me enseñarías... Te daría de beber, vino aromatizado y el jugo de mis granadas. (Cantar 8, 2)

  • Él venció la animosidad divina, no con la fuerza del cuerpo ni con el poder de las armas, sino que, por medio de la palabra, hizo entrar en razón al que infligía el castigo, recordándole las alianzas y los juramentos hechos a los Padres. (Sabiduría 18, 22)

  • No hagas entrar a cualquiera en tu casa, porque el falso tiende muchas emboscadas. (Eclesiástico 11, 29)

  • Allí habrá que entrar con flechas y arco, porque todo el país será cardos y espinas. (Isaías 7, 24)

  • Se volverá por el mismo camino, sin entrar en esta ciudad -oráculo del Señor-. (Isaías 37, 34)

  • Los que se santifican y se purifican para entrar en los jardines, detrás de uno que va en el medio; los que comen carne de cerdo, animales inmundos y ratas, serán aniquilados todos juntos -oráculo del Señor- con sus obras y sus pensamientos. (Isaías 66, 17)

  • Yo los hice entrar en un país de vergeles, para que comieran de sus frutos y sus bienes; pero ustedes entraron y contaminaron mi país e hicieron de mi herencia una abominación. (Jeremías 2, 7)


“Deus é servido apenas quando é servido de acordo com a Sua vontade.” São Padre Pio de Pietrelcina