Encontrados 285 resultados para: ejércitos
Y si ellos se niegan a tomar de tu mano la copa para beber, tú les dirás: Así habla el Señor de los ejércitos: ¡Tendrán que beber! (Jeremías 25, 28)
Porque si yo inflijo un castigo, comenzando por la ciudad que es llamada con mi Nombre, ustedes, ¿van a quedar impunes? No, no quedarán impunes, porque yo llamo a la espada contra todos los habitantes de la tierra -oráculo del Señor de los ejércitos-. (Jeremías 25, 29)
Así habla el Señor de los ejércitos: Miren cómo pasa la desgracia de nación en nación; se desata una gran tempestad desde los extremos de la tierra. (Jeremías 25, 32)
"Miqueas de Moréset profetizó en los días de Ezequías, rey de Judá, y dijo a todo el pueblo de Judá: Así habla el Señor de los ejércitos: Sión será un campo arado, Jerusalén, un montón de ruinas, y la montaña del Templo, una altura boscosa. (Jeremías 26, 18)
Tú les ordenarás que comuniquen esto a sus señores: Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Digan a sus señores: (Jeremías 27, 4)
Pero si ellos son realmente profetas, y si la palabra del Señor está con ellos, que intervengan ante el Señor de los ejércitos, para evitar que lleguen a Babilonia los objetos que aún quedan en la Casa del Señor, en la casa de Judá y en Jerusalén. (Jeremías 27, 18)
Porque así habla el Señor de los ejércitos acerca de las columnas, del Mar de bronce, de las bases y de los demás objetos que aún quedan en esta ciudad, (Jeremías 27, 19)
Sí, así habla el Señor de los ejércitos, Dios de Israel, acerca de los objetos que aún quedan en la Casa del Señor, en la casa del rey de Judá y en Jerusalén: (Jeremías 27, 21)
"Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ¡Yo he quebrado el yugo del rey de Babilonia! (Jeremías 28, 2)
Porque así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Yo he puesto un yugo de hierro sobre todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y ellas lo servirán; hasta los animales del campo se los he dado". (Jeremías 28, 14)
Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, a todos los desterrados que yo hice deportar de Jerusalén a Babilonia: (Jeremías 29, 4)
Porque así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: No se dejen engañar por los profetas que están en medio de ustedes, ni por sus adivinos; no escuchen los sueños que ellos sueñan, (Jeremías 29, 8)