Encontrados 76 resultados para: destrucción de altares

  • Esto fue una ocasión de pecado para la casa de Jeroboám, y provocó su destrucción y su exterminio de la faz de la tierra. (I Reyes 13, 34)

  • El Señor le dijo: "¿Qué haces aquí, Elías?". Él respondió: "Me consumo de celo por el Señor, el Dios de los ejércitos, porque los israelitas abandonaron tu alianza, derribaron tus altares y mataron a tus profetas con la espada. He quedado yo solo y tratan de quitarme la vida". (I Reyes 19, 10)

  • Él respondió: "Me consumo de celo por el Señor, el Dios de los ejércitos, porque los israelitas abandonaron tu alianza, derribaron tus altares y mataron a tus profetas con la espada. He quedado yo solo y tratan de quitarme la vida". (I Reyes 19, 14)

  • Luego, todo el pueblo del país se dirigió al templo de Baal, lo derribó y destrozó por completo sus altares y sus imágenes. Y a Matán, el sacerdote de Baal, lo mataron delante de los altares. El sacerdote estableció puestos de guardia en la Casa del Señor. (II Reyes 11, 18)

  • Seguramente, tú me dirás: ‘Nosotros confiamos en el Señor, nuestro Dios’. Pero ¿no fue acaso Ezequías el que suprimió todos los lugares altos y los altares dedicados a él, diciendo a la gente de Judá y de Jerusalén: ‘Sólo delante de este altar, en Jerusalén, ustedes deberán postrarse’? (II Reyes 18, 22)

  • Reedificó los lugares altos que había hecho desaparecer su padre Ezequías; erigió altares a Baal, hizo un poste sagrado como lo había hecho Ajab, rey de Israel, y se postró delante de todo el Ejército de los cielos y lo sirvió. (II Reyes 21, 3)

  • Edificó altares en la Casa del Señor, de la que el Señor había dicho: "En Jerusalén pondré mi Nombre". (II Reyes 21, 4)

  • Edificó altares a todo el Ejército de los cielos en los dos atrios de la Casa del Señor. (II Reyes 21, 5)

  • El rey derribó los altares que estaban sobre las terrazas de la habitación alta de Ajaz, construidos por los reyes de Judá, y también los que había hecho Manasés en los dos atrios de la Casa del Señor; allí mismo los destrozó y arrojó el polvo en el torrente Cedrón. (II Reyes 23, 12)

  • El rey profanó los lugares altos que estaban frente a Jerusalén, al sur del monte de la Destrucción, y que Salomón, rey de Israel, había construido en honor de Astarté, el despreciable ídolo de los sidonios, en honor de Quemós, el despreciable ídolo de Moab, y en honor de Milcóm, el abominable ídolo de los amonitas. (II Reyes 23, 13)

  • Inmoló sobre los altares a todos los sacerdotes de los lugares altos que había allí, y quemó sobre ellos huesos humanos. Luego regresó a Jerusalén. (II Reyes 23, 20)

  • Suprimió los altares de los cultos extranjeros y los lugares altos; rompió las piedras conmemorativas y los pilares sagrados, (II Crónicas 14, 2)


“Procuremos servir ao Senhor com todo o coração e com toda a vontade. Ele nos dará sempre mais do que merecemos.” São Padre Pio de Pietrelcina