Encontrados 340 resultados para: desierto

  • Hasta los chacales presentan las ubres para amamantar a sus cachorros; pero la hija de mi pueblo se ha vuelto cruel como los avestruces del desierto. (Lamentaciones 4, 3)

  • Nuestros perseguidores erán más veloces que las águilas del cielo: nos hostigaban en las montañas, nos tendían emboscadas en el desierto. (Lamentaciones 4, 19)

  • Arriesgamos la vida para conseguir nuestro pan, afrontando la espada del desierto. (Lamentaciones 5, 9)

  • yo haré cesar en las ciudades de Judá y dentro de Jerusalén el grito de gozo y el grito de alegría, el canto del esposo y el canto de la esposa, y todo el país se convertirá en un desierto sin habitantes. (Baruc 2, 23)

  • Extenderé mi mano contra ellos, haré del país una devastación y una desolación, desde el desierto hasta Riblá, en todos los lugares donde habitan, y ellos sabrán que yo soy el Señor. (Ezequiel 6, 14)

  • Las ciudades habitadas quedarán en ruinas y el país se convertirá en un desierto: así ustedes sabrán que yo soy el Señor. (Ezequiel 12, 20)

  • Si yo suelto las bestias feroces contra ese país para dejarlo despoblado, y él se convierte en un desierto intransitable, a causa de las fieras; (Ezequiel 14, 15)

  • aunque se encuentren en ese país estos tres hombres, juro por mi vida -oráculo del Señor- que no podrán salvar ni a sus hijos ni a sus hijas: ellos solos se salvarán, mientras que el país quedará desierto. (Ezequiel 14, 16)

  • Ahora está plantada en el desierto, en una tierra reseca y sedienta. (Ezequiel 19, 13)

  • Yo los hice salir del país de Egipto y los conduje al desierto. (Ezequiel 20, 10)

  • Pero la casa de Israel se rebeló contra mí en el desierto: ellos no siguieron mis preceptos y despreciaron mis leyes, que hacen vivir al hombre que las practica, y no hicieron más que profanar mis sábados. Entonces pensé derramar mi furor sobre ellos en el desierto para exterminarlos. (Ezequiel 20, 13)

  • No obstante, alcé mi mano en el desierto para jurarles que no los dejaría entrar en la tierra que les había dado, esa tierra que mana leche y miel, el más espléndido de todos los países. (Ezequiel 20, 15)


“Diante de Deus ajoelhe-se sempre.” São Padre Pio de Pietrelcina