Encontrados 545 resultados para: deseo de muerte

  • ¿Son ministros de Cristo? Vuelvo a hablar como un necio: yo lo soy más que ellos. Mucho más por los trabajos, mucho más por las veces que estuve prisionero, muchísimo más por los golpes que recibí. Con frecuencia estuve al borde de la muerte, (II Corintios 11, 23)

  • Porque temo que a mi llegada no los encuentre como deseo, y que ustedes, a su vez, no me encuentren como quisieran. Quizá haya contiendas, envidias, animosidades, rivalidades, detracciones, murmuraciones, engreimientos, desórdenes. (II Corintios 12, 20)

  • Porque para mí la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia. (Filipenses 1, 21)

  • Me siento urgido de ambas partes: deseo irme para estar con Cristo, porque es mucho mejor, (Filipenses 1, 23)

  • se humilló hasta aceptar por obediencia la muerte y muerte de cruz. (Filipenses 2, 8)

  • Él tenía un gran deseo de volver a verlos a todos, y estaba muy preocupado porque ustedes se habían enterado de su enfermedad. (Filipenses 2, 26)

  • Porque él estuvo al borde de la muerte por la obra de Cristo, exponiendo su vida para suplirlos a ustedes en el servicio que no podían prestarme directamente. (Filipenses 2, 30)

  • Así podré conocerlo a él, conocer el poder de su resurrección y participar de sus sufrimientos, hasta hacerme semejante a él en la muerte, (Filipenses 3, 10)

  • Por eso, hermanos míos muy queridos, a quienes tanto deseo ver, ustedes que son mi alegría y mi corona, amados míos, perseveren firmemente en el Señor. (Filipenses 4, 1)

  • Pero ahora, él los ha reconciliado en el cuerpo carnal de su Hijo, entregándolo a la muerte, a fin de que ustedes pudieran presentarse delante de él como una ofrenda santa, inmaculada e irreprochable. (Colosenses 1, 22)

  • Mi deseo es que se sientan animados y que, unidos estrechamente en el amor, adquieran la plenitud de la inteligencia en toda su riqueza. Así conocerán el misterio de Dios, que es Cristo, (Colosenses 2, 2)

  • En cuanto a nosotros, hermanos -físicamente separados de ustedes por un tiempo, aunque no de corazón- sentimos un ardiente y vivísimo deseo de volver a verlos. (I Tesalonicenses 2, 17)


“Todas as pessoas que escolhem a melhor parte (viver em Cristo) devem passar pelas dores de Cristo; algumas mais, algumas menos…” São Padre Pio de Pietrelcina