Encontrados 576 resultados para: descendientes de Aarón
En cuanto a los hijos de Aarón, a los sacerdotes que vivían en los campos suburbanos de sus respectivas ciudades, había para cada ciudad personas designadas expresamente, con el fin de repartir las provisiones a todos los varones de familia sacerdotal y a todos los levitas inscritos en el registro. (II Crónicas 31, 19)
Luego prepararon la Pascua para ellos y para los sacerdotes, porque los sacerdotes, hijos de Aarón, habían estado ocupados en ofrecer los holocaustos y las grasas hasta la noche: por eso los levitas prepararon la Pascua para sí mismos y para los sacerdotes, hijos de Aarón. (II Crónicas 35, 14)
hijo de Abisúa, hijo de Pinjás, hijo de Eleazar, hijo del Sumo Sacerdote Aarón. (Esdras 7, 5)
Un sacerdote, hijo de Aarón, estará con los levitas cuando cobren el diezmo, y los levitas harán llegar la décima parte del diezmo a la Casa de nuestro Dios, para los depósitos del Tesoro. (Nehemías 10, 39)
En Jerusalén vivían hijos de Judá e hijos de Benjamín. De los hijos de Judá: Ataías, hijo de Uzías, hijo de Zacarías, hijo de Amarías, hijo de Sefatías, hijo de Mahalalel, de los descendientes de Peres; (Nehemías 11, 4)
El total de los descendientes de Peres que vivían en Jerusalén era de 468 hombres aguerridos. (Nehemías 11, 6)
Todo Israel, en tiempos de Zorobabel y de Nehemías, daba día tras día las porciones asignadas a los cantores y porteros. También se daba a los levitas las ofrendas santas, y estos entregaban su parte a los hijos de Aarón. (Nehemías 12, 47)
Entregaba todo eso a los sacerdotes, hijos de Aarón, para los sacrificios del altar. A los levitas que cumplían sus funciones en Jerusalén, les entregaba el diezmo del vino y del trigo, del olivo, de las granadas y de los otros frutos. Cambiaba por dinero el segundo diezmo e iba a gastarlo cada año en Jerusalén. (Tobías 1, 7)
los judíos instituyeron para ellos mismos, para sus descendientes y para todos sus adeptos, la tradición irrevocable de celebrar anualmente esos dos días, según lo dispuesto en aquel escrito y en la fecha fijada. (Ester 9, 27)
Estos días son conmemorados y celebrados de generación en generación, en cada familia, en cada provincia y en cada ciudad. Y estos días de "Purím" nunca dejarán de ser festejados entre los judíos, ni se borrará su recuerdo entre sus descendientes. (Ester 9, 28)
para instituir estos días de los "Purím", en las fechas fijadas, como lo habían ordenado Mardoqueo, el judío, y la reina Ester, y como lo habían establecido para sí mismos y para sus descendientes, con algunas cláusulas sobre ayunos y lamentaciones. (Ester 9, 31)
eliminarás su estirpe de la tierra, y a sus descendientes de entre los hombres. (Salmos 21, 11)