Encontrados 113 resultados para: decían

  • "Muramos todos, decían, manteniendo nuestra integridad. El cielo y la tierra son testigos de que ustedes nos hacen perecer injustamente". (I Macabeos 2, 37)

  • porque decían: "El que ha venido con el ejército es un sacerdote de la familia de Aarón: él no nos va a traicionar". (I Macabeos 7, 14)

  • A causa de esto, cundió el pánico en toda la población, y decían: "No hay en ellos verdad ni justicia, porque han violado el compromiso y el juramento que habían hecho". (I Macabeos 7, 18)

  • y todos los pueblos vecinos trataban de exterminarlos, porque decían: "Ya no tienen jefe ni nadie que los ayude. Ataquémolos ahora mismo, y borremos su recuerdo de entre los hombres". (I Macabeos 12, 53)

  • "No nos trates, le decían, según nuestras maldades, sino según tu misericordia". (I Macabeos 13, 46)

  • Yo lo pondré en la mano de tus verdugos, de aquellos que te decían: "Doblégate para que pasemos", mientras tú ponías la espalda como un suelo, como una calle para los transeúntes. (Isaías 51, 23)

  • El que las encontraba, las devoraba, sus adversarios decían: "No somos culpables, porque ellos pecaron contra el Señor, morada de justicia, esperanza de sus padres". (Jeremías 50, 7)

  • Así morirán por la espada todos los pecadores de mi pueblo, esos que decían: "No se acercará, no nos sucederá la desgracia". (Amós 9, 10)

  • Los hombres se decían entonces, llenos de admiración: «¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?». (Mateo 8, 27)

  • Pero los fariseos decían: «Él expulsa a los demonios por obra del Príncipe de los demonios». (Mateo 9, 34)

  • y, al llegar a su pueblo, se puso a enseñar a la gente en su sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados. «¿De dónde le vienen, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? (Mateo 13, 54)

  • Pero decían: «No lo hagamos durante la fiesta, para que no se produzca un tumulto en el pueblo». (Mateo 26, 5)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina