Encontrados 113 resultados para: decían

  • Nuestros adversarios decían: "No sabrán ni verán nada, hasta que irrumpamos en medio de ellos. Entonces los mataremos y pondremos fin a la obra". (Nehemías 4, 5)

  • Había algunos que decían: "Tenemos que entregar en prenda a nuestros hijos y nuestras hijas para conseguir trigo con qué comer y vivir". (Nehemías 5, 2)

  • Otros decían: "Tenemos que empeñar nuestros campos y nuestras viñas para obtener trigo en medio de la escasez". (Nehemías 5, 3)

  • Y había otros que decían: "Hemos tenido que hipotecar nuestros campos y nuestras viñas para pagar el tributo al rey. (Nehemías 5, 4)

  • Al ver aquella multitud, los israelitas quedaron despavoridos y se decían unos a otros: "Estos van a arrasar ahora toda la superficie de la tierra: ni las más altas montañas, ni los barrancos, ni las colinas podrán soportar su peso". (Judit 7, 4)

  • Maravillados de su hermosura, no podían menos de admirar también a los israelitas y se decían unos a otros: "¿Quién podrá despreciar a un pueblo que tiene semejantes mujeres? ¡No conviene dejar en pie ni a uno solo de sus hombres, porque los sobrevivientes serían capaces de seducir a toda la tierra!". (Judit 10, 19)

  • Y como todos los días le decían lo mismo, sin que él les hiciera caso, lo denunciaron a Amán, para ver si Mardoqueo hacía valer sus razones, porque les había dicho que él era judío. (Ester 3, 4)

  • Y ellos decían a Dios: "¡Apártate de nosotros, no nos importa conocer tus caminos! (Job 21, 14)

  • Decían a Dios: "¡Apártate de nosotros! ¿Qué puede hacernos el Todopoderoso?". (Job 22, 17)

  • ¿No decían los hombres de mi carpa: "¿Hay alguien que no se sació con su carne?". (Job 31, 31)

  • nuestra boca se llenó de risas y nuestros labios, de canciones. Hasta los mismos paganos decían: "¡El Señor hizo por ellos grandes cosas!". (Salmos 126, 2)

  • Recuerda, Señor, contra los edomitas, el día de Jerusalén, cuando ellos decían: "¡Arrásenla! ¡Arrasen hasta sus cimientos!". (Salmos 137, 7)


“Onde há mais sacrifício, há mais generosidade.” São Padre Pio de Pietrelcina