Encontrados 88 resultados para: comida judía

  • Su follaje era hermoso y su fruto abundante: había en él comida para todos. Debajo de él se guarecían los animales de los campos, y en sus ramas anidaban los pájaros del cielo; de él se alimentaban todos los vivientes. (Daniel 4, 9)

  • y los sacerdotes de Bel le dijeron: "Nosotros vamos a salir de aquí y tú, rey, vas a servir la comida y a ofrecer el vino aromatizado; luego cierra la puerta y séllala con tu anillo. Cuando vengas mañana por la mañana, si no compruebas que Bel se lo ha comido todo, moriremos nosotros; si no, morirá Daniel, que ha mentido contra nosotros". (Daniel 14, 11)

  • En ese momento, el profeta Habacuc, que estaba en Judea, acababa de hacer preparar un guiso y de poner pequeños trozos de pan en una canasta, e iba hacia el campo a llevar su comida a los segadores. (Daniel 14, 33)

  • El Ángel del Señor dijo a Habacuc: "Lleva la comida que tienes a Daniel, que está en Babilonia, en el foso de los leones". (Daniel 14, 34)

  • Habacuc exclamó: "Daniel, Daniel, toma la comida que el Señor te envía". (Daniel 14, 37)

  • Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido? (Mateo 6, 25)

  • El primer día de los Ácimos, los discípulos fueron a preguntar a Jesús: «¿Dónde quieres que te preparemos la comida pascual?». (Mateo 26, 17)

  • El primer día de la fiesta de los panes Ácimos, cuando se inmolaba la víctima pascual, los discípulos dijeron a Jesús: «¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la comida pascual?». (Marcos 14, 12)

  • Porque la vida vale más que la comida, y el cuerpo más que el vestido. (Lucas 12, 23)

  • Jesús envió a Pedro y a Juan, diciéndoles: «Vayan a prepararnos lo necesario para la comida pascual». (Lucas 22, 8)

  • Jesús les respondió: «Mi comida es hacer la voluntad de aquel que me envió y llevar a cabo su obra. (Juan 4, 34)

  • Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. (Juan 6, 55)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina