Encontrados 474 resultados para: columna de fuego

  • Elías le respondió: "Si yo soy un hombre de Dios, que baje fuego del cielo y te devore, a ti y a tus cincuenta hombres". Y bajó fuego del cielo y lo devoró, a él y a sus cincuenta hombres. (II Reyes 1, 12)

  • Ya ha bajado fuego del cielo y ha devorado a los dos oficiales anteriores con sus cincuenta hombres. Pero ahora, ¡que mi vida tenga algún valor a tus ojos!". (II Reyes 1, 14)

  • Y mientras iban conversando por el camino, un carro de fuego, con caballos también de fuego, los separó a uno del otro, y Elías subió al cielo en el torbellino. (II Reyes 2, 11)

  • Eliseo volvió a Guilgal, cuando el hambre se hacía sentir en la región. Mientras la comunidad de profetas estaba sentada delante de él, dijo a su servidor: "Coloca sobre el fuego la olla grande y prepara un caldo para la comunidad de profetas". (II Reyes 4, 38)

  • Siguió el camino de los reyes de Israel; incluso inmoló a su hijo en el fuego, según las costumbres abominables de las naciones que el Señor había desposeído delante de los israelitas. (II Reyes 16, 3)

  • Inmolaron a sus hijos y a sus hijas en el fuego, practicaron la adivinación y la magia, y se vendieron para hacer lo que el Señor reprueba, provocando su indignación. (II Reyes 17, 17)

  • Ellos han arrojado sus dioses al fuego, porque no son dioses, sino obra de las manos del hombre, nada más que madera y piedra. Por eso los hicieron desaparecer. (II Reyes 19, 18)

  • Inmoló a su hijo en el fuego, practicó la astrología y la magia, e instituyó nigromantes y adivinos. Persistió en hacer lo que es malo a los ojos del Señor, provocando su indignación. (II Reyes 21, 6)

  • Además, profanó el Tófet del valle de Ben Hinnóm, para que nadie inmolara en el fuego a su hijo o a su hija, en honor de Moloc. (II Reyes 23, 10)

  • Incendió la Casa del Señor, la casa del rey y todas las casas de Jerusalén, y prendió fuego a todas las casa de los nobles. (II Reyes 25, 9)

  • La altura de una columna era de nueve metros; estaba rematada por un capitel de bronce, y la altura del capitel era de un metro y medio. Sobre el capitel, todo alrededor, había una moldura en forma de red y de granadas, todo de bronce. La segunda columna, con su red, era igual a la primera. (II Reyes 25, 17)

  • Los filisteos abandonaron allí a sus dioses, y David dijo: "¡Que sean arrojados al fuego!". (I Crónicas 14, 12)


“Os talentos de que fala o Evangelho são os cinco sentidos, a inteligência e a vontade. Quem tem mais talentos, tem maior dever de usá-los para o bem dos outros.” São Padre Pio de Pietrelcina