Encontrados 88 resultados para: caldeos

  • todas las mujeres que aún quedan en la casa del rey de Judá serán llevadas a los jefes de los caldeos, y ellas dirán: ¡Te han seducido y han podido contra ti tus amigos más íntimos! Apenas tus pies se hundieron en el fango, ellos se echaron para atrás. (Jeremías 38, 22)

  • A todas tus mujeres y a tus hijos se los llevarán a los caldeos; y tú mismo no escaparás de sus manos, sino que caerás en manos del rey de Babilonia. En cuanto a esta ciudad, será consumida por el fuego". (Jeremías 38, 23)

  • Las tropas de los caldeos los persiguieron, y alcanzaron a Sedecías en las estepas de Jericó. Lo apresaron y lo hicieron subir a Riblá, en el país de Jamat, ante Nabucodonosor, rey de Babilonia, y este dictó sentencia contra él. (Jeremías 39, 5)

  • Los caldeos incendiaron la casa del rey y las casas del pueblo, y derribaron las murallas de Jerusalén. (Jeremías 39, 8)

  • Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safán, les hizo este juramento, a ellos y a sus hombres: "No tengan miedo de servir a los caldeos; permanezcan en el país, sirvan al rey de Babilonia, y les irá bien. (Jeremías 40, 9)

  • Yo permaneceré en Mispá, para estar a las órdenes de los caldeos que vengan hasta nosotros. En cuanto a ustedes, recojan el vino, los frutos y el aceite, pónganlos en recipientes, y permanezcan en las ciudades que ocupan". (Jeremías 40, 10)

  • Ismael mató también a todos los judíos que estaban con Godolías en Mispá, y a los guerreros caldeos que se encontraban allí. (Jeremías 41, 3)

  • lejos de los caldeos. Ellos les temían, en efecto, porque Ismael, hijo de Natanías, había matado a Godolías, hijo de Ajicám, a quien el rey de Babilonia había designado gobernador del país. (Jeremías 41, 18)

  • Es Baruc, hijo de Nerías, el que te instiga contra nosotros, a fin de entregarnos en manos de los caldeos, para que ellos nos maten o nos destierren a Babilonia". (Jeremías 43, 3)

  • Palabra que el Señor dirigió a Babilonia, al país de los caldeos, por medio del profeta Jeremías: (Jeremías 50, 1)

  • ¡Emigren de en medio de Babel, salgan del país de los caldeos! Sean como los machos cabríos a la cabeza del rebaño. (Jeremías 50, 8)

  • El Señor abrió su arsenal y extrajo las armas de su furor, porque el Señor de los ejércitos tiene una tarea en el país de los caldeos. (Jeremías 50, 25)


“Proponha-se a exercitar-se nas virtudes”. São Padre Pio de Pietrelcina