Encontrados 314 resultados para: cabeza

  • La bendición de todos los hombres y la alianza las hizo descansar sobre la cabeza de Jacob; lo confirmó en las bendiciones recibidas y le dio la tierra en herencia; dividió el país en partes y las distribuyó entre las doce tribus. (Eclesiástico 44, 23)

  • ¿Dónde pueden ser golpeados todavía, ustedes, que persisten en la rebelión? Toda la cabeza está enferma y todo el corazón dolorido; (Isaías 1, 5)

  • de la planta de los pies a la cabeza, no hay nada intacto: ¡heridas, contusiones, llagas vivas, que no han sido curadas ni vendadas, ni aliviadas con aceite! (Isaías 1, 6)

  • por eso, el Señor cubrirá de sarna la cabeza de las hijas de Sión, y pondrá al descubierto su desnudez. (Isaías 3, 17)

  • Pero así habla el Señor: Eso no se realizará, eso no sucederá. y la cabeza de Damasco, Resín; y la cabeza de Samaría, el hijo de Remalías. Efraím será destrozado, y no será más un pueblo-. (Isaías 7, 7)

  • Aquel día, el Señor rapará con una navaja, alquilada al otro lado del Río -con el rey de Asiria-, la cabeza y el vello del cuerpo; y la navaja afeitará también la barba. (Isaías 7, 20)

  • Y el Señor arrancó a Israel, en un sólo día, cabeza y cola, palmera y junco. (Isaías 9, 13)

  • -El anciano y el noble son la cabeza, el profeta, maestro de mentiras, es la cola-. (Isaías 9, 14)

  • Y no será para provecho de Egipto nada de lo que hagan la cabeza y la cola, la palmera y el junco. (Isaías 19, 15)

  • Aquel día, el Señor de los ejércitos convocaba al llanto y al luto, a raparse la cabeza y vestirse de sayal; (Isaías 22, 12)

  • Esta es la palabra que el Señor ha pronunciado contra él: Te desprecia, se burla de ti, la virgen hija de Sión; a tus espaldas mueve la cabeza la hija de Jerusalén. (Isaías 37, 22)

  • Tú te fiabas de tu maldad, pensando: "Nadie me ve". Tu sabiduría y tu ciencia te hicieron perder la cabeza, mientras decías en tu corazón: "¡Yo, y nadie más que yo!". (Isaías 47, 10)


“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina