Encontrados 502 resultados para: altar de bronce

  • el altar de los holocaustos con su enrejado de bronce, sus andas y todos sus enseres; la fuente para las abluciones con su base; (Exodo 35, 16)

  • Los que podían aportar objetos de plata y bronce, los llevaban al Señor como ofrenda; y los que poseían madera de acacia utilizable para la ejecución del trabajo, también la traían. (Exodo 35, 24)

  • tanto para idear proyectos, como para trabajar el oro, la plata y el bronce, (Exodo 35, 32)

  • y forjaron cincuenta ganchos de bronce: así unieron la carpa, de manera que formara un todo. (Exodo 36, 18)

  • y la sostuvieron con cinco columnas provistas de cinco ganchos. Luego revistieron de oro los capiteles y las varillas de las columnas, y las apoyaron sobre cinco bases de bronce. (Exodo 36, 38)

  • También hizo el altar del incienso. Lo hizo de madera de acacia, de cincuenta centímetros de largo por cincuenta de ancho -es decir, cuadrado- y un metro de alto. Sus cuernos formaban una sola pieza con él. (Exodo 37, 25)

  • Luego hizo el altar de los holocaustos de madera de acacia; medía dos metros y medio de largo por dos y medio de ancho -es decir, era cuadrado- y tenía un metro y medio de alto. (Exodo 38, 1)

  • En sus cuatro ángulos, y formando una sola pieza con él, le hizo unos cuernos, y después lo recubrió de bronce. (Exodo 38, 2)

  • Hizo, además, todos los utensilios del altar: los recipientes para recoger las cenizas, las palas, los aspersorios, los tenedores y los braseros. Todos estos utensilios los hizo de bronce. (Exodo 38, 3)

  • También fabricó para el altar un enrejado de bronce en forma de red, y lo puso debajo de la parte saliente del altar, de manera que llegaba, desde abajo, hasta la mitad del altar. (Exodo 38, 4)

  • Puso cuatro argollas en los cuatro extremos del enrejado de bronce para hacer pasar por ellas las andas. (Exodo 38, 5)

  • Hizo las andas de madera de acacia y las recubrió de bronce, (Exodo 38, 6)


“O passado não conta mais para o Senhor. O que conta é o presente e estar atento e pronto para reparar o que foi feito.” São Padre Pio de Pietrelcina