Encontrados 109 resultados para: Toma

  • Entonces todos los jefes enviaron a Iehudí, hijo de Natanías, hijo de Selemías, hijo de Cusí, para que dijera a Baruc: "Toma el libro que has leído en presencia del pueblo y ven". Baruc, hijo de Nerías, tomo consigo el rollo y se presentó ante ellos. (Jeremías 36, 14)

  • "Toma otro rollo y escribe en él todas las palabras que estaban en el primer rollo, el que quemó Joaquím, rey de Judá. (Jeremías 36, 28)

  • El rey dio esta orden a Ebed Mélec, el cusita: "Toma de aquí a tres hombres contigo, y saca del aljibe a Jeremías, el profeta, antes de que muera". (Jeremías 38, 10)

  • Toma en tus manos unas piedras grandes, y húndelas, a la vista de algunos judíos, en el cemento del piso de ladrillos que está a la entrada de la casa del Faraón, en Tafnis. (Jeremías 43, 9)

  • Por el estruendo de la toma de Babilonia tiembla la tierra, y el eco resuena entre las naciones. (Jeremías 50, 46)

  • Como para una joven que le gusta adornarse, esa gente toma oro y fabrica coronas para las cabezas de sus dioses. (Baruc 6, 8)

  • Hijo de hombre, toma un ladrillo, colócalo delante de ti y graba sobre él la ciudad de Jerusalén. (Ezequiel 4, 1)

  • Toma en seguida una sartén de hierro y colócala como muro de hierro entre ti y la ciudad. Mírala fijamente: ella quedará sitiada y tú serás el que la asedia. Esto es una señal para los israelitas. (Ezequiel 4, 3)

  • Toma también trigo, cebada, habas, lentejas, mijo y espelta: échalos en un recipiente y prepárate con eso la comida. Tú comerás de ese pan durante todo el tiempo que estés acostado de un lado, o sea, durante ciento noventa días. (Ezequiel 4, 9)

  • Hijo de hombre, toma una espada afilada, úsala como navaja de afeitar y pásala por tu cabeza y por tu barba; después toma una balanza y divide en partes el pelo que hayas cortado. (Ezequiel 5, 1)

  • ¡Muestra tu filo a la derecha, toma posición a la izquierda, donde quiera seas dirigida! (Ezequiel 21, 21)

  • Toma lo mejor del rebaño y amontona leña debajo de ella, para que hierva a borbotones y se cocinen hasta los huesos. (Ezequiel 24, 5)


“Quando o dia seguinte chegar, ele também será chamado de hoje e, então, você pensará nele. Tenha sempre muita confiança na Divina Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina