Encontrados 481 resultados para: Servicio en el templo

  • Todos estos fueron descendientes de Aser, jefes de familias, guerreros selectos y valerosos, jefes entre los príncipes. Al ser registrados para el servicio militar, su número alcanzó a 26.000 hombres. (I Crónicas 7, 40)

  • Los primeros que volvieron a habitar en sus propiedades y ciudades fueron israelitas, sacerdotes, levitas y empleados del Templo. (I Crónicas 9, 2)

  • Los cuatro jefes de los porteros, en cambio, estaban de servicio permanentemente. Estos eran los levitas y tenían a su cargo las cámaras y los tesoros de la Casa de Dios. (I Crónicas 9, 26)

  • También había cantores, jefes de familias levíticas, que vivían en las habitaciones del templo, exentos de todo otro servicio, porque se ocupaban día y noche de su ministerio. (I Crónicas 9, 33)

  • Depositaron las armas de Saúl en el templo de su dios y colgaron su cabeza en el templo de Dagón. (I Crónicas 10, 10)

  • Hombres de Benjamín, parientes de Saúl: 3.000, la mayor parte de los cuales habían estado al servicio de la casa de Saúl. (I Crónicas 12, 30)

  • David puso de servicio delante del Arca del Señor a algunos levitas, para conmemorar, celebrar y glorificar al Señor, el Dios de Israel. (I Crónicas 16, 4)

  • David dejó delante del Arca de la Alianza del Señor a Asaf y a sus hermanos, para que prestaran servicio permanentemente delante del Arca, según el ritual de cada día; (I Crónicas 16, 37)

  • Cuando los que estaban al servicio de Hadadézer vieron que Israel los había derrotado, hicieron las paces con David y le quedaron sometidos. En adelante, los arameos no quisieron prestar más ayuda a los amonitas. (I Crónicas 19, 19)

  • y presentó a David las cifras del censo de la población: en todo Israel había 1.100.000 hombres aptos para el servicio militar, y en Judá, 470.000. (I Crónicas 21, 5)

  • De estos, 24.000 estaban al frente del servicio de la Casa del Señor; 6.000 eran escribas y jueces, (I Crónicas 23, 4)

  • Estos son los hijos de Leví, según sus familias, los jefes de ellas, registrados nominalmente en el censo, uno por uno. Ellos estaban dedicados al servicio de la Casa del Señor, a partir de los veinte años de edad. (I Crónicas 23, 24)


“Quando te encontrares diante de Deus, na oração considera-te banhado na luz da verdade, fala-lhe se puderes, deixa simplesmente que te veja e não tenhas preocupação alguma”. São Padre Pio de Pietrelcina