Encontrados 315 resultados para: Santo

  • Por eso les aseguro que nadie, movido por el Espíritu de Dios, puede decir: «Maldito sea Jesús». Y nadie puede decir: «Jesús es el Señor», si no está impulsado por el Espíritu Santo. (I Corintios 12, 3)

  • Todos los hermanos les envían saludos. Salúdense los unos a los otros con el beso santo. (I Corintios 16, 20)

  • Nosotros obramos con integridad, con inteligencia, con paciencia, con benignidad, con docilidad al Espíritu Santo, con un amor sincero, (II Corintios 6, 6)

  • Salúdense mutuamente con el beso santo. Todos los hermanos les envían saludos. (II Corintios 13, 12)

  • La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo permanezcan con todos ustedes. (II Corintios 13, 13)

  • En él, ustedes, los que escucharon la Palabra de la verdad, la Buena Noticia de la salvación, y creyeron en ella, también han sido marcados con un sello por el Espíritu Santo prometido. (Efesios 1, 13)

  • En él, todo el edificio, bien trabado, va creciendo para constituir un templo santo en el Señor. (Efesios 2, 21)

  • No entristezcan al Espíritu Santo de Dios, que los ha marcado con un sello para el día de la redención. (Efesios 4, 30)

  • No abusen del vinoque lleva al libertinaje; más bien, llénense del Espíritu Santo. (Efesios 5, 18)

  • Porque la Buena Noticia que les hemos anunciado llegó hasta ustedes, no solamente con palabras, sino acompañada de poder, de la acción del Espíritu Santo y de toda clase de dones. Ya saben cómo procedimos cuando estuvimos allí al servicio de ustedes. (I Tesalonicenses 1, 5)

  • Y ustedes, a su vez, imitaron nuestro ejemplo y el del Señor, recibiendo la Palabra en medio de muchas dificultades, con la alegría que da el Espíritu Santo. (I Tesalonicenses 1, 6)

  • Por eso, el que desprecia estas normas, no desprecia a un hombre, sino a Dios, a ese Dios que les ha dado su Espíritu Santo. (I Tesalonicenses 4, 8)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina