Encontrados 315 resultados para: Santo

  • ¡Escuchen, todos los pueblos; presten atención, tierra y todo lo que hay en ella! Que el Señor sea testigo contra ustedes, el Señor, desde su santo Templo. (Miqueas 1, 2)

  • ¿No eres tú, Señor, desde los tiempos antiguos, mi Dios, mi Santo, que no muere jamás? Tú, Señor, pusiste a ese pueblo para hacer justicia, tú, mi Roca, lo estableciste para castigar. (Habacuc 1, 12)

  • El Señor reside en su santo Templo, ¡guarde silencio toda la tierra delante de él! (Habacuc 2, 20)

  • Dios viene de Temán, y el Santo, del monte Parán. Su majestad cubre los cielos, Pausa y su alabanza llena la tierra. (Habacuc 3, 3)

  • Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. (Mateo 1, 18)

  • Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. (Mateo 1, 20)

  • Yo los bautizo con agua para que se conviertan; pero aquel que viene detrás de mí es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. Él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego. (Mateo 3, 11)

  • Al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el futuro. (Mateo 12, 32)

  • Cuando vean en el Lugar santo la Abominación de la desolación,de la que habló el profeta Daniel -el que lea esto, entiéndalo bien- (Mateo 24, 15)

  • Vayan, entonces, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, (Mateo 28, 19)

  • Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo». (Marcos 1, 8)

  • Y al salir del agua, vio que los cielos se abrían y que el Espíritu Santo descendía sobre él como una paloma; (Marcos 1, 10)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina