Encontrados 1983 resultados para: Saúl y el pueblo

  • Pero Moisés trató de aplacar al Señor con estas palabras: "¿Por qué, Señor, arderá tu ira contra tu pueblo, ese pueblo que tú mismo hiciste salir de Egipto con gran firmeza y mano poderosa? (Exodo 32, 11)

  • ¿Por qué tendrán que decir los egipcios: ‘Él los sacó con la perversa intención de hacerlos morir en las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra’?. Deja de lado tu indignación y arrepiéntete del mal que quieres infligir a tu pueblo. (Exodo 32, 12)

  • Y el Señor se arrepintió del mal con que había amenazado a su pueblo. (Exodo 32, 14)

  • Al escuchar el ruido de las aclamaciones que profería el pueblo, Josué dijo a Moisés: "Hay gritos de guerra en el campamento". (Exodo 32, 17)

  • Moisés dijo a Aarón: "¿Qué te ha hecho este pueblo para que lo indujeras a cometer un pecado tan grave?". (Exodo 32, 21)

  • Pero Aarón respondió: "Te ruego, señor, que reprimas tu enojo. Tú sabes muy bien que este pueblo está inclinado al mal. (Exodo 32, 22)

  • Cuando Moisés vio el desenfreno del pueblo -porque Aarón le había tolerado toda clase de excesos, exponiéndolo así a la burla de sus enemigos- (Exodo 32, 25)

  • Los levitas cumplieron la orden de Moisés, y aquel día cayeron unas tres mil personas del pueblo. (Exodo 32, 28)

  • Al día siguiente, Moisés dijo al pueblo: "Ustedes han cometido un gran pecado. Pero ahora subiré a encontrarme con el Señor, y tal vez pueda expiar ese pecado". (Exodo 32, 30)

  • Moisés fue a encontrarse nuevamente con el Señor y le dijo: "Por desgracia, este pueblo ha cometido un gran pecado, ya que se han fabricado un dios de oro. (Exodo 32, 31)

  • Y ahora vete. Lleva a este pueblo hasta el lugar que yo te indiqué: mi ángel irá delante de ti. Y cuando llegue el momento, los visitaré para castigarlos por su pecado". (Exodo 32, 34)

  • Y el Señor castigó al pueblo por haber hecho el ternero, el que había fabricado Aarón. (Exodo 32, 35)


“Um dia você verá surgir o infalível triunfo da justiça Divina sobre a injustiça humana”. São Padre Pio de Pietrelcina