Encontrados 94 resultados para: Miedo

  • Porque el reducto que los protegía no los preservaba del miedo; ruidos estremecedores resonaban a su alrededor y se les aparecían espectros lúgubres, de rostro sombrío. (Sabiduría 17, 4)

  • se morían de miedo, y hasta rehusaban mirar el aire, del que nadie puede escapar. (Sabiduría 17, 10)

  • El miedo, en efecto, no es sino el abandono de la ayuda que da la reflexión: (Sabiduría 17, 12)

  • ¿Has oído algo? Que muera contigo; no tengas miedo, no te hará reventar. (Eclesiástico 19, 10)

  • Una empalizada puesta sobre una altura no puede resistir los embates del viento: así, un corazón acobardado por ideas necias es incapaz de resistir el miedo. (Eclesiástico 22, 18)

  • desde el que lleva púrpura y corona hasta el que va vestido miserablemente, sólo sienten rabia y envidia, turbación e inquietud, miedo a la muerte, resentimiento y rivalidad; (Eclesiástico 40, 4)

  • ¿De quién tenías miedo, a quién temías, para mentir y no acordarte de mí, para no prestarme ninguna atención? ¿Será porque me quedé callado y cerré los ojos que tú no me temes? (Isaías 57, 11)

  • Ellos son como un espantapájaros, en un campo de pepinos; no pueden hablar, hay que transportarlos, porque no dan ni un paso. ¡No les tengan miedo, no hacen ningún mal, ni tampoco son capaces de hacer el bien! (Jeremías 10, 5)

  • Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safán, les hizo este juramento, a ellos y a sus hombres: "No tengan miedo de servir a los caldeos; permanezcan en el país, sirvan al rey de Babilonia, y les irá bien. (Jeremías 40, 9)

  • No teman al rey de Babilonia, del que ahora tienen miedo; no le teman -oráculo del Señor- porque yo estoy con ustedes para salvarlos y para librarlos de su mano. (Jeremías 42, 11)

  • la espada que ustedes temen los alcanzará allí, en Egipto, y el hambre que les da miedo se adherirá a ustedes allí, en Egipto, y morirán. (Jeremías 42, 16)

  • En cuanto a ti, hijo de hombre, no les temas ni tengas miedo de lo que digan, porque estás entre cardos y espinas, y sentado sobre escorpiones; no tengas miedo de lo que digan ni te acobardes delante de ellos, porque son un pueblo rebelde. (Ezequiel 2, 6)


“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina