Encontrados 94 resultados para: Miedo

  • Adonías, por su parte, tuvo miedo de Salomón, se levantó y fue a agarrarse de los cuernos del altar. (I Reyes 1, 50)

  • Entonces le avisaron a Salomón: "Adonías tiene miedo de ti y se ha agarrado de los cuernos del altar, diciendo: ‘Que el rey Salomón me jure primero que no hará morir a su servidor por la espada’". (I Reyes 1, 51)

  • Cuando informaron al rey Salomón: "Joab se ha refugiado en la Carpa del Señor y está al lado del altar", Salomón mandó decir a Joab: "¿Qué motivo tienes para refugiarte junto al altar?". Joab respondió: "Tuve miedo de ti y fui a refugiarme junto al Señor". Entonces Salomón envió a Benaías, hijo de Iehoiadá, con esta orden: "Ve y mátalo". (I Reyes 2, 29)

  • Él tuvo miedo, y partió en seguida para salvar su vida. Llegó a Berseba de Judá y dejó allí a su sirviente. (I Reyes 19, 3)

  • Ellos sintieron mucho miedo y dijeron: "Dos reyes no han podido resistir delante de él, ¿cómo podremos resistir nosotros?". (II Reyes 10, 4)

  • Godolías les hizo un juramento, a ellos y a sus hombres, y les dijo: "No tengan miedo de servir a los caldeos; permanezcan en el país, sirvan al rey de Babilonia, y les irá bien". (II Reyes 25, 24)

  • Entonces todo el pueblo, desde el más pequeño hasta el más grande, y los jefes de las tropas, partieron y se fueron a Egipto, por miedo a los caldeos. (II Reyes 25, 26)

  • Saúl dijo a su escudero: "Saca tu espada y traspásame, no sea que vengan esos incircuncisos, para vergüenza mía". Pero su escudero no quiso hacerlo, porque tenía mucho miedo. Entonces Saúl tomó la espada y se arrojó sobre ella. (I Crónicas 10, 4)

  • Aquel día David tuvo miedo de Dios, y dijo: "¿Cómo voy a llevar a mi casa el Arca de Dios?". (I Crónicas 13, 12)

  • Y al ver que tenían miedo, me levanté y dije a los notables, a los magistrados y al resto del pueblo: "¡No les tengan miedo! Acuérdense del Señor grande y temible, y combatan por sus hermanos, sus hijos, sus hijas, sus mujeres y sus casas". (Nehemías 4, 8)

  • Un ninivita informó al rey que era yo el que los enterraba clandestinamente. Cuando supe que el rey estaba informado de eso y que me buscaba para matarme, tuve miedo y me escapé. (Tobías 1, 19)

  • Acompáñalo, y yo te daré un sobresueldo". El ángel respondió: "Sí, iré con él, no tengas miedo. Volveremos tan bien como hemos salido, porque el camino es seguro". (Tobías 5, 16)


“É preciso amar, amar e nada mais”. São Padre Pio de Pietrelcina