Encontrados 103 resultados para: La rebelión de Absalón

  • El rey preguntó: "¿Está bien el joven Absalón?". Ajimaás respondió: "Cuando me envió Joab, el servidor del rey, vi un gran tumulto, pero no sé de qué se trataba". (II Samuel 18, 29)

  • El rey preguntó al cusita: "¿Está bien el joven Absalón?". El cusita respondió: "¡Que tengan la suerte de ese joven los enemigos de mi señor, el rey, y todos los rebeldes que buscan tu desgracia!". (II Samuel 18, 32)

  • El rey se estremeció, subió a la habitación que estaba arriba de la Puerta y se puso a llorar. Y mientras iba subiendo, decía: "¡Hijo mío, Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío, Absalón! ¡Ah, si hubiera muerto yo en lugar de ti, Absalón, hijo mío!". (II Samuel 19, 1)

  • Entonces avisaron a Joab: "El rey llora y se lamenta por Absalón". (II Samuel 19, 2)

  • Mientras tanto, el rey se había cubierto el rostro y gritaba: "¡Absalón, hijo mío! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!". (II Samuel 19, 5)

  • Porque tú amas a los que te odian y odias a los que te aman. ¡Sí, hoy has puesto de manifiesto que para ti no valen nada ni los jefes ni los soldados! Seguro que si hoy Absalón estuviera vivo, y todos nosotros muertos, a ti te parecería una cosa justa. (II Samuel 19, 7)

  • Y en todas las tribus de Israel había discusiones entre el pueblo: "El rey, decían, nos libró de las manos de nuestros enemigos, nos liberó del poder de los filisteos, ¡y ahora ha tenido que huir del país a causa de Absalón! (II Samuel 19, 10)

  • Pero Absalón, al que habíamos ungido para que fuera nuestro jefe, ha muerto en el combate. ¿Qué esperan entonces para traer de vuelta al rey?". (II Samuel 19, 11)

  • Entonces David dijo a Abisai: "Ahora Seba, hijo de Bicrí, va a causarnos más daño que Absalón. Recluta tú mismo a los servidores de tu señor y persíguelo, no sea que ocupe algunas plazas fuertes y se nos escape". (II Samuel 20, 6)

  • Pero nunca su padre lo había reprendido, preguntándole por qué hacía eso. Además, era muy apuesto, y había nacido después de Absalón. (I Reyes 1, 6)

  • En cambio, a los hijos de Barzilai, el galaadita, trátalos con bondad y cuéntalos entre tus comensales, porque así me trataron a mí cuando huía de tu hermano Absalón. (I Reyes 2, 7)

  • La noticia llegó a oídos de Joab, y como él se había puesto de parte de Adonías, aunque no de Absalón, fue a refugiarse en la Carpa del Señor y se agarró de los cuernos del altar. (I Reyes 2, 28)


“Procuremos servir ao Senhor com todo o coração e com toda a vontade. Ele nos dará sempre mais do que merecemos.” São Padre Pio de Pietrelcina