Encontrados 413 resultados para: Jur

  • Júrame, entonces, por el Señor, que no extirparás mi descendencia después de mí, ni borrarás el nombre de mi familia". (I Samuel 24, 22)

  • Así se lo juró David a Saúl, y este se fue a su casa, mientras David y sus hombres subían a su refugio. (I Samuel 24, 23)

  • ¡Por la vida del Señor, el Dios de Israel, que me ha impedido hacerte daño, si no te hubieras apresurado a venir a mi encuentro, juro que antes de brillar el alba no le habría quedado vivo a Nabal ni un solo hombre!". (I Samuel 25, 34)

  • Entonces Saúl le juró por el Señor: "¡Por la vida del Señor, nadie te inculpará a causa de esto!". (I Samuel 28, 10)

  • David le preguntó: "¿Quieres llevarme adonde está esa banda?". Él respondió: "Júrame por Dios que no me matarás ni me entregarás en manos de mi dueño, y yo te llevaré adonde está esa banda". (I Samuel 30, 15)

  • Que Dios me castigue una y otra vez, si no me comporto con David conforme al juramento que le hizo el Señor, (II Samuel 3, 9)

  • Su marido la acompañó y fue llorando detrás de ella hasta Bajurím. Pero Abner le dijo: "¡Vamos, vuélvete!". Y él se volvió. (II Samuel 3, 16)

  • Todo el pueblo trató de obligar a David a que comiera algo cuando aún era de día, pero David pronunció este juramento: "¡Que Dios me castigue una y otra vez, si llego a probar pan o cualquier otro bocado antes de la puesta del sol!". (II Samuel 3, 35)

  • En cuanto a Absalón, fue a refugiarse junto a Talmai, hijo de Amijur, rey de Guesur. Y el rey estuvo de duelo por su hijo todo aquel tiempo. (II Samuel 13, 37)

  • Además, Absalón hizo venir de Guiló, su ciudad, a Ajitófel, el guilonita, consejero de David, y este lo acompañó mientras ofrecía los sacrificios. La conjuración fue tomando fuerza, y los secuaces de Absalón eran cada vez más numerosos. (II Samuel 15, 12)

  • Entonces informaron a David: "Ajitófel está con Absalón entre los conjurados". Y él exclamó: "¡Entorpece, Señor, los consejos de Ajitófel!". (II Samuel 15, 31)

  • Cuando el rey llegaba a Bajurím salió de allí un hombre del mismo clan que la casa de Saúl, llamado Simei, hijo de Guerá. Mientras salía, iba lanzando maldiciones, (II Samuel 16, 5)


“Faltar com a caridade¨¦ como ferir a pupila dos olhos de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina