Encontrados 1253 resultados para: Dan

  • Que el Señor te dé el rocío del cielo, y la fertilidad de la tierra, trigo y vino en abundancia. (Génesis 27, 28)

  • Que los pueblos te sirvan y las naciones te rindan homenaje. Tú serás el señor de tus hermanos, y los hijos de tu madre se inclinarán ante ti. Maldito sea el que te maldiga, y bendito el que te bendiga". (Génesis 27, 29)

  • Ve ahora mismo a Padán Arám, a la casa de Betuel, tu abuelo materno, y elige para ti una mujer entre las hijas de Labán, el hermano de tu madre. (Génesis 28, 2)

  • Luego Isaac despidió a Jacob, y este se fue a Padán Arám, a casa de Labán, hijo de Betuel, el arameo, y hermano de Rebeca, la madre de Jacob y de Esaú. (Génesis 28, 5)

  • Esaú vio que Isaac había bendecido a Jacob y lo había enviado a Padán Arám para que se buscara allí una esposa. Vio, asimismo, que al bendecirlo le había dado esta orden: "No te cases con una mujer cananea", (Génesis 28, 6)

  • y que Jacob, obedeciendo a su padre y a su madre, se había ido a Padán Arám. (Génesis 28, 7)

  • Entonces él les dijo: "Aún es pleno día; todavía no es hora de entrar los animales. ¿Por qué no les dan de beber y los llevan a pastar?". (Génesis 29, 7)

  • Raquel dijo: "Dios me hizo justicia: él escuchó mi voz y me ha dado un hijo". Por eso lo llamó Dan. (Génesis 30, 6)

  • y se llevó todo su ganado y todos sus bienes -el ganado de su propiedad, que había adquirido en Padán Arám- para ir a la tierra de Canaán, donde se encontraba Isaac, su padre. (Génesis 31, 18)

  • Acabas de registrar todas mis cosas y no has encon- trado un solo objeto que te pertenezca. Si lo has encontrado, colócalo aquí, delante de tu gente y de la mía, y que ellos decidan quién de nosotros tiene razón. (Génesis 31, 37)

  • dándoles esta orden: "Digan a mi señor Esaú: Así habla tu servidor Jacob: Fui a pasar un tiempo a la casa de Labán, y me quedé allí hasta ahora. (Génesis 32, 5)

  • yo soy indigno de las gracias con que has favorecido constantemente a tu servidor. Porque cuando crucé el Jordán, no tenía nada más que mi bastón, y ahora he podido formar dos campamentos. (Génesis 32, 11)


“É preciso amar, amar e nada mais”. São Padre Pio de Pietrelcina