Encontrados 1561 resultados para: Casa

  • Cuando los enviados regresaron a la casa, encontraron al sirviente completamente sano. (Lucas 7, 10)

  • Un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús entró en la casa y se sentó a la mesa. (Lucas 7, 36)

  • Entonces una mujer pecadora que vivía en la ciudad, al enterarse de que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, se presentó con un frasco de perfume. (Lucas 7, 37)

  • Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: «¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no derramaste agua sobre mis pies; en cambio, ella los bañó con sus lágrimas y los secó con sus cabellos. (Lucas 7, 44)

  • Jesús acababa de desembarcar, cuando salió a su encuentro un hombre de la ciudad, que estaba endemoniado. Desde hacía mucho tiempo no se vestía, y no vivía en una casa, sino en los sepulcros. (Lucas 8, 27)

  • «Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti». Él se fue y proclamó en toda la ciudad lo que Jesús había hecho por él. (Lucas 8, 39)

  • De pronto, se presentó un hombre llamado Jairo, que era jefe de la sinagoga, y cayendo a los pies de Jesús, le suplicó que fuera a su casa, (Lucas 8, 41)

  • Todavía estaba hablando, cuando llegó alguien de la casa del jefe de la sinagoga y le dijo: «Tu hija ha muerto, no molestes más al Maestro». (Lucas 8, 49)

  • Cuando llegó a la casa no permitió que nadie entrara con él, sino Pedro, Juan y Santiago, junto con el padre y la madre de la niña. (Lucas 8, 51)

  • Permanezcan en la casa donde se alojen, hasta el momento de partir. (Lucas 9, 4)

  • Al entrar en una casa, digan primero: "¡Que descienda la paz sobre esta casa!". (Lucas 10, 5)

  • Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa. (Lucas 10, 7)


“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina