Encontrados 1561 resultados para: Casa

  • reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin». (Lucas 1, 33)

  • Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. (Lucas 1, 40)

  • María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa. (Lucas 1, 56)

  • y nos ha dado un poderoso Salvador en la casa de David, su servidor, (Lucas 1, 69)

  • Al salir de la sinagoga, entró en la casa de Simón. La suegra de Simón tenía mucha fiebre, y le pidieron que hiciera algo por ella. (Lucas 4, 38)

  • Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico- yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vuelve a tu casa». (Lucas 5, 24)

  • Inmediatamente se levantó a la vista de todos, tomó su camilla y se fue a su casa alabando a Dios. (Lucas 5, 25)

  • Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos. (Lucas 5, 29)

  • cómo entró en la Casa de Dios y, tomando los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y dio de comer a sus compañeros?». (Lucas 6, 4)

  • Se parece a un hombre que, queriendo construir una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre la roca. Cuando vino la creciente, las aguas se precipitaron con fuerza contra esa casa, pero no pudieron derribarla, porque estaba bien construida. (Lucas 6, 48)

  • En cambio, el que escucha la Palabra y no la pone en práctica, se parece a un hombre que construyó su casa sobre tierra, sin cimientos. Cuando las aguas se precipitaron contra ella, en seguida se derrumbó, y el desastre que sobrevino a esa casa fue grande». (Lucas 6, 49)

  • Jesús fue con ellos, y cuando ya estaba cerca de la casa, el centurión le mandó decir por unos amigos: «Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres en mi casa; (Lucas 7, 6)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina