Encontrados 220 resultados para: -obra

  • Nuestros adversarios decían: "No sabrán ni verán nada, hasta que irrumpamos en medio de ellos. Entonces los mataremos y pondremos fin a la obra". (Nehemías 4, 5)

  • Yo dije a los notables, a los magistrados y al resto del pueblo: "La obra es considerable y extensa, y nosotros estamos esparcidos sobre la muralla, lejos unos de otros. (Nehemías 4, 13)

  • Entonces les envié unos mensajeros para decirles: "Tengo muchísimo trabajo, y no puedo bajar. ¿Por qué va a suspenderse la obra mientras yo la abandono por bajar a verlos?". (Nehemías 6, 3)

  • En realidad, lo que ellos querían eran intimidarnos, pensando: "Sus manos se cansarán de trabajar, y la obra no se realizará". ¡Y ahora, Señor, fortalece mis manos! (Nehemías 6, 9)

  • Algunos jefes de familia hicieron ofrendas voluntarias para la obra. El gobernador entregó al Tesoro 1.000 monedas de oro, 50 copas, 30 túnicas sacerdotales y 500 minas de plata. (Nehemías 7, 69)

  • Los jefes de familia entregaron al Tesoro de la obra 20.000 monedas de oro y 2.200 minas de plata. (Nehemías 7, 70)

  • Al realizar todo esto con tu propia mano, has hecho un gran bien a Israel, y Dios ha aprobado tu obra. Que el Señor todopoderoso te bendiga para siempre". Y todo el pueblo dijo: "¡Amén!". (Judit 15, 10)

  • ¿Acaso tú no has puesto un cerco protector alrededor de él, de su casa y de todo lo que posee? Tú has bendecido la obra de sus manos y su hacienda se ha esparcido por todo el país. (Job 1, 10)

  • ¿Es un placer para ti oprimir, despreciar la obra de tus manos y favorecer el designio de los malvados? (Job 10, 3)

  • tú llamarías, y yo te respondería, ansiarías ver la obra de tus manos. (Job 14, 15)

  • que no toma partido por los príncipes ni favorece al rico en perjuicio del pobre, porque todos son obra de sus manos! (Job 34, 19)

  • Acuérdate más bien de exaltar su obra, que otros hombres celebran con sus cantos. (Job 36, 24)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina