Encontrados 281 resultados para: vil

  • Cuando se haga la expiación para la purificación del altar, se ofrecerá cada día un novillo para la expiación, un sacrificio por el pecado, y luego ungirás el altar para consagrarlo. (Exodo 29, 36)

  • Sacrificará el novillo delante de Yavé y los sacerdotes, hijos de Aarón, ofrecerán la sangre derramándola sobre el altar que está a la entrada de la Tienda de las Citas, y todo en derredor. (Levítico 1, 5)

  • Si el que peca es el sumo sacerdote, el ungido, su pecado mancha al pueblo. Ofrecerá a Yavé, por el pecado que cometió, un novillo sin defecto. (Levítico 4, 3)

  • Lo traerá a la Tienda de las Citas a la presencia de Yavé; pondrá la mano sobre la cabeza del novillo, y luego lo sacrificará delante de Yavé. (Levítico 4, 4)

  • Después quitará la grasa del novillo sacrificado por el pecado, tanto la que cubre las entrañas, como la que está encima, (Levítico 4, 8)

  • en cuanto la comunidad se dé cuenta del pecado, ofrecerá un novillo como sacrificio por el pecado. Lo llevarán a la entrada de la Tienda de las Citas, (Levítico 4, 14)

  • y los ancianos del pueblo pondrán las manos sobre la cabeza del ternero, en la presencia de Yavé. Allí sacrificarán el novillo. (Levítico 4, 15)

  • haciendo en todo con este novillo lo mismo que se hace al ofrecer el sacrificio por el pecado del sacerdote. Así hará la expiación por ellos y serán perdonados. (Levítico 4, 20)

  • «Toma contigo a Aarón y a sus hijos, y también sus vestiduras, el óleo de la unción, el novillo para el sacrificio por el pecado, los dos carneros y el canastillo de los panes sin levadura. (Levítico 8, 2)

  • Después hizo traer el novillo para el sacrificio por el pecado, y Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del novillo. (Levítico 8, 14)

  • En cuanto al novillo con su piel, carne y excrementos, los quemó fuera del campamento, como Yavé lo había ordenado. (Levítico 8, 17)

  • el avestruz, la lechuza, la gaviota, el gavilán en todas sus especies, (Levítico 11, 16)


“Seja perseverante nas orações e nas santas leituras.” São Padre Pio de Pietrelcina