Encontrados 69 resultados para: valor

  • Así, pues, Ester le dio el valor de ley a esta celebración de Purim y quedó constancia de ello por escrito. (Ester 9, 32)

  • ¡Acuérdate, Señor, déjate ver por nosotros, ahora que sufrimos! Y a mí dame valor, rey de los dioses, tú que estás sobre toda autoridad. (Ester 14, 12)

  • Dios me ha hecho perder el valor y el Omnipotente me ha espantado (Job 23, 16)

  • Se adueñó también de la plata, oro, objetos de valor y de cuantos tesoros ocultos pudo encontrar. (1 Macabeos 1, 23)

  • Estos, al tener noticias de que Jonatán y sus acompañantes habían sido presos y muertos, se dieron valor mutuamente y se ordenaron para hacer frente a sus perseguidores, (1 Macabeos 12, 50)

  • Por Israel han muerto todos mis hermanos y he quedado yo solo. Líbreme Dios de buscar mi propia seguridad cuando las cosas andan mal, pues mi vida no tiene más valor que la de mis hermanos. (1 Macabeos 13, 4)

  • Cuando estuvo completamente mutilado, el rey ordenó que, estando todavía vivo, lo acercaran al fuego y lo echaran en una sartén. Mientras el vapor de la sartén se esparcía a lo lejos, los otros se daban valor mutuamente y con la madre para morir con valentía. (2 Macabeos 7, 5)

  • tuvo además el valor de declarar: «De Dios he recibido estos miembros, pero por amor a sus leyes los desprecio, y de Dios espero recobrarlos.» (2 Macabeos 7, 11)

  • El propio rey y su corte se conmovieron por el valor de ese joven que despreciaba sus sufrimientos. (2 Macabeos 7, 12)

  • Las más de las veces aprovechaba la noche para tales expediciones, pero por todas partes hablaban de él y de su valor. (2 Macabeos 8, 7)

  • Apenas salido el sol, se entabló la batalla. Unos llevaban como garantía de éxito y victoria, además de su valor, la confianza en su Señor; otros combatían inspirados por el odio. (2 Macabeos 10, 28)

  • Después de haber derrotado y destruido a estos enemigos, dirigió una expedición contra la ciudad amurallada de Efrón, donde se había establecido Lisias con gente de todas las razas. Jóvenes robustos, apostados ante las murallas, combatían con valor. En el interior había muchas reservas de máquinas y proyectiles de guerra. (2 Macabeos 12, 27)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina