Encontrados 69 resultados para: valor

  • sin que nada les faltara, desde las cosas sin valor, hasta sus hijos e hijas. David liberó también a sus dos esposas. (1 Samuel 30, 19)

  • Nabucodonosor llevó al destierro a todos los jefes y notables, herreros, cerrajeros, a todos los hombres de valor y aptos para la guerra. Un total de diez mil fueron desterrados a Babilonia. Solamente quedó la parte más pobre de la población. (2 Reyes 24, 14)

  • ¡Oh Dios mío! Acabas de revelar a tu siervo que vas a edificarle una casa, y por esto he encontrado valor para orar en tu presencia. (1 Crónicas 17, 25)

  • David dijo a Ornán: «Dame el sitio de esta era para erigir en él un altar a Yavé; dámelo por su justo valor en plata, para que la plaga se retire del pueblo.» (1 Crónicas 21, 22)

  • Todos éstos eran hijos de Obededom, ellos y sus hijos y sus hermanos eran hombres de gran valor para el servicio. Sesenta y dos de Obededom. (1 Crónicas 26, 8)

  • A sus órdenes estaba un ejército de trescientos siete mil quinientos hombres que hacían la guerra con gran valor, para ayudar al rey contra el enemigo. (2 Crónicas 26, 13)

  • Ezequías tuvo riquezas y gloria en gran abundancia. Adquirió tesoros de plata, oro, piedras preciosas, bálsamos, joyas y de toda suerte de objetos de valor. (2 Crónicas 32, 27)

  • veinte copas de oro por valor de mil dáricas y dos vasos de bronce bruñido tan preciosos como vasos de oro. (Esdras 8, 27)

  • Decide, pues, ya que es cosa tuya. Nosotros estamos contigo. Ten valor y ordena.» (Esdras 10, 4)

  • Todo sacrificio es de poco valor para ti. ¡Ni se nombre la grasa de los holocaustos! Pero el que teme al Señor será grande para siempre. (Judit 16, 16)

  • ¡Pero todo esto no tiene para mí ningún valor mientras vea a ese judío de Mardoqueo sentado en la puerta del palacio!» (Ester 5, 13)

  • Ester, con su autoridad de reina, estampó su firma en esta segunda carta para que tuviera más valor. (Ester 9, 29)


“Caminhe com alegria e com o coração o mais sincero e aberto que puder. E quando não conseguir manter esta santa alegria, ao menos não perca nunca o valor e a confiança em Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina