Encontrados 64 resultados para: tuyo
Si este hermano no es vecino tuyo y no sabes a quién pertenece el animal, lo guardarás en tu casa hasta que su dueño vaya a buscarlo. Entonces se lo devolverás. (Deuteronomio 22, 2)
Pero no aborrecerás al edomita, pues es hermano tuyo. No aborrecerás al egipcio, porque fuiste peregrino en su tierra. (Deuteronomio 23, 8)
El hará que se te pegue la peste hasta que desaparezcas de este país que, hoy, pasa a ser tuyo. (Deuteronomio 28, 21)
Débora le contestó: «Iré contigo, pero si empiezas así, el honor de la victoria no será tuyo, sino que Sísara será muerto por una mujer.» De este modo Débora fue con Barac a Cadés. (Jueces 4, 9)
«¡Que Yavé te bendiga, hija mía, replicó él, pues este acto tuyo de piedad es mayor que el primero, ya que no has elegido a hombres jóvenes, ricos o pobres! (Rut 3, 10)
Es cierto que a mí me corresponde rescatarte, pero hay otro pariente tuyo más cercano que tiene más obligación. (Rut 3, 12)
Entonces el rey dijo: «Todo lo que posea Mipibaal ahora es tuyo.» Y Sibá, arrodillándose, le dijo: «¡No sé cómo agradecértelo, oh rey, mi señor!» (2 Samuel 16, 4)
El rey se emocionó mucho, subió a la habitación que había sobre la puerta y se puso a llorar, diciendo entre sollozos: «Absalón, ¡hijo mío! ¡Hijo mío! ¡Hijo mío, Absalón! Ojalá yo hubiera muerto en lugar tuyo, ¡hijo mío!» (2 Samuel 19, 1)
«Mipibaal, ¿por qué no viniste conmigo?» El respondió: «Porque mi servidor me engañó, pues yo, siervo tuyo, le dije: «Ensilla el burro para montar en él e ir con el rey; porque soy cojo.» (2 Samuel 19, 27)
Quiera él estar con Salomón como lo estuvo contigo, mi señor, y hacer su reinado más poderoso que el tuyo.» (1 Reyes 1, 37)
La otra mujer dijo: «Mi hijo es el vivo y el tuyo es el muerto.» Pero la primera replicó: «Mientes, el mío es el vivo». De manera que discutían en presencia del rey. (1 Reyes 3, 22)
Dijo el rey: «La primera dice: el mío es el que vive, el tuyo el muerto. Y la otra dice: no, el tuyo es el que ha muerto.» (1 Reyes 3, 23)