Encontrados 100 resultados para: tomaron
Entonces los cinco hombres que habían ido a explorar la tierra tomaron la palabra y dijeron a sus hermanos: «No saben lo que hay en una de estas casas: un mueble para sacar la suerte, unos idolitos y una estatua de madera cubierta de metal. Consideren, pues, lo que tienen que hacer.» (Jueces 18, 14)
Los cinco hombres que habían ido a explorar la tierra subieron, entraron y tomaron la estatua, el mueble para sacar la suerte y los idolitos, mientras el sacerdote estaba en la puerta con los seiscientos hombres armados. (Jueces 18, 17)
Ellos tomaron el dios que Miqueas se había fabricado y el sacerdote que tenía a su servicio, y marcharon contra Lais, pueblo tranquilo y confiado. Pasaron a cuchillo la población e incendiaron la ciudad. (Jueces 18, 27)
Entonces todos los hombres de Israel se levantaron de su campamento y tomaron posiciones en Baal-Tamar, mientras que los de ellos que se habían emboscado salieron desde sus puestos al oeste de Guibea. Así llegaron frente a Guibea (Jueces 20, 33)
Ambos tomaron por esposas a mujeres moabitas: una se llamaba Orfa y la otra Rut. (Rut 1, 4)
Los filisteos tomaron el Arca de Dios y la llevaron de Eben-Ezer a Asdod. (1 Samuel 5, 1)
Así lo hicieron: tomaron dos vacas que estaban criando, las enyugaron a la carreta y encerraron sus terneritos en el establo. (1 Samuel 6, 10)
El pueblo, muy fatigado, se entregó al saqueo; tomaron ovejas, bueyes y terneros, los degollaron sobre el suelo y comieron encima de la sangre. (1 Samuel 14, 32)
Entonces se juntaron todos los más valientes y después de marchar toda la noche tomaron el cadáver de Saúl y los de sus hijos de las murallas de Betsán. (1 Samuel 31, 12)
David dio órdenes a sus servidores de que los mataran; les cortaron las manos y los pies, y los colgaron cerca de la piscina de Hebrón. También tomaron la cabeza de Isbaal y la pusieron en el sepulcro de Abner, en Hebrón. (2 Samuel 4, 12)
Los sacerdotes tomaron el Arca de la Alianza de Yavé (1 Reyes 8, 3)
Tomaron el novillo, lo prepararon y estuvieron rogando desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: «Baal, respóndenos.» Pero no se oyó ni una respuesta, y danzaban junto al altar que habían hecho. (1 Reyes 18, 26)