Encontrados 100 resultados para: tomaron

  • Moisés y Aarón tomaron como ayudantes a esos hombres que habían sido designados por sus nombres (Números 1, 17)

  • Dando un rodeo, tomaron el camino de Basán. Og, rey de Basán, se lanzó en su contra junto con todo su pueblo y les presentó batalla en Edrei. (Números 21, 33)

  • Majlá, Tirsá, Joglá, Milcá y Noá tomaron como esposos gente de su parentesco. (Números 36, 11)

  • Allí tomaron de las frutas del valle y, al volver, nos contaron cómo les había ido. Nos dijeron: Buena es la tierra que Yavé nos da . (Deuteronomio 1, 25)

  • Ustedes me respondieron: Hemos pecado contra Yavé, nuestro Dios. Iremos y combatiremos como él nos ha ordenado. Y tomaron cada uno sus armas y les pareció fácil escalar los cerros. (Deuteronomio 1, 41)

  • Al día siguiente, Josué se levantó de madrugada; los sacerdotes tomaron el Arca y los que tocaban las siete trompetas pasaron otra vez delante del Arca. (Josué 6, 12)

  • Así lo hizo Josué y, a esta señal, los de la emboscada surgieron de sus puestos y corrieron hasta la ciudad, donde entraron. La tomaron y le prendieron fuego. (Josué 8, 19)

  • Solamente tomaron vivo al rey de Hay y lo llevaron a Josué. (Josué 8, 23)

  • sus límites fueron más allá del territorio que les correspondía, ya que los hijos de Dan avanzaron y atacaron a Lesem, y la tomaron; la pasaron después a cuchillo y la habitaron, llamándola Lesem-Dan, del nombre de Dan, su padre. (Josué 19, 47)

  • Esperaron largo rato, pero no se abrían las puertas de la galería alta. Por fin tomaron las llaves y abrieron. Su señor yacía en tierra, muerto. (Jueces 3, 25)

  • Los trescientos se tomaron los jarrones y cuernos de todos los demás, mientras Gedeón los despedía. Al final, Gedeón y sus trescientos hombres hicieron frente a los madianitas acampados abajo, en el valle. (Jueces 7, 8)

  • Después de la muerte de Gedeón, los israelitas volvieron a prostituirse tras de los Baales y tomaron por Dios a Baal-Berit. (Jueces 8, 33)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina