Encontrados 59 resultados para: sirve

  • El culto que me rinden de nada sirve; las doctrinas que enseñan no son más que mandatos de hombres. (Evangelio según San Marcos 7, 7)

  • ¿De qué le sirve a uno si ha ganado el mundo entero, pero se ha destruido a sí mismo? (Evangelio según San Marcos 8, 36)

  • ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si se pierde o se disminuye a sí mismo? (Evangelio según San Lucas 9, 25)

  • Jesús le contestó: «El que pone la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios.» (Evangelio según San Lucas 9, 62)

  • Ya no sirve para el campo ni para estiércol; se la tirará fuera. Escuchen, pues, si tienen oídos.» (Evangelio según San Lucas 14, 35)

  • Pero no será así entre ustedes. Al contrario, el más importante entre ustedes debe portarse como si fuera el último, y el que manda, como si fuera el que sirve. (Evangelio según San Lucas 22, 26)

  • Porque ¿quién es más importante: el que está a la mesa o el que está sirviendo? El que está sentado, por supuesto. Y sin embargo yo estoy entre ustedes como el que sirve. (Evangelio según San Lucas 22, 27)

  • Y le dijo: «Todo el mundo sirve al principio el vino mejor, y cuando ya todos han bebido bastante, les dan el de menos calidad; pero tú has dejado el mejor vino para el final.» (Evangelio según San Juan 2, 10)

  • El espíritu es el que da vida, la carne no sirve para nada. Las palabras que les he dicho son espíritu, y son vida. (Evangelio según San Juan 6, 63)

  • El que quiera servirme, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Y al que me sirve, el Padre le dará un puesto de honor. (Evangelio según San Juan 12, 26)

  • La circuncisión te sirve si cumples la Ley; pero si no la cumples, te colocas entre los que no están circuncidados. (Carta a los Romanos 2, 25)

  • Quien de esta forma sirve a Cristo, agrada a Dios y también es apreciado por los hombres. (Carta a los Romanos 14, 18)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina