Encontrados 372 resultados para: siete

  • Vi luego en el cielo otra señal grande y maravillosa: siete ángeles que llevaban siete plagas, las últimas, porque con ellas se consuma la cólera de Dios. (Apocalipsis 15, 1)

  • y salieron del Santuario los siete ángeles portadores de las siete plagas, vestidos de lino puro resplandeciente y ceñido su pecho con cinturones de oro. (Apocalipsis 15, 6)

  • Uno de los cuatro Vivientes entregó a los siete ángeles siete copas de oro llenas del furor de Dios, que vive por siglos sin fin. (Apocalipsis 15, 7)

  • Entonces el Santuario se llenó de humo por estar allí la gloria de Dios y su poder, de modo que nadie podía entrar en él hasta que se consumaran las siete plagas de los siete ángeles. (Apocalipsis 15, 8)

  • Y Oí una voz potente que desde el Santuario gritaba a los siete ángeles: «Vayan y derramen sobre la tierra las siete copas del furor de Dios.» (Apocalipsis 16, 1)

  • Entonces vino uno de los siete ángeles de las siete copas y me dijo: «Ven, que te voy a mostrar el juicio de la famosa prostituta que se sienta al borde de las grandes aguas; (Apocalipsis 17, 1)

  • El ángel me llevó en espíritu al desierto: era una nueva visión. Había allí una mujer sentada sobre una bestia de color rojo, que tenía siete cabezas y diez cuernos. Esta bestia estaba cubierta de títulos y frases que ofendían a Dios. (Apocalipsis 17, 3)

  • pero el ángel me dijo: «¿Por qué te maravillas? Voy a explicarte el misterio de esta mujer y de la bestia que la lleva, la de las siete cabezas y los diez cuernos. (Apocalipsis 17, 7)

  • A ver si ustedes lo adivinan. Las siete cabezas son siete colinas sobre las que la mujer está asentada. (Apocalipsis 17, 9)

  • Y son también siete reyes, de los cuales cinco han caído ya, uno está en el poder y el otro no ha llegado aún, y cuando llegue, habrá de durar poco tiempo. (Apocalipsis 17, 10)

  • La bestia que era y ya no es, hace el octavo, pero es uno de los siete, y camina hacia su destrucción. (Apocalipsis 17, 11)

  • Se acercó a mí uno de los siete ángeles de las siete copas llenas de las siete últimas plagas y me dijo: «Ven, que te voy a mostrar a la novia, a la esposa del Cordero.» (Apocalipsis 21, 9)


“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina