Encontrados 117 resultados para: resto

  • El resto de Israel, de los sacerdotes y levitas residían en todas las ciudades de Judá, cada uno en su propiedad. (Nehemías 11, 20)

  • El resto de los israelitas, de los sacerdotes y levitas se estableció en todas las ciudades de Judá, cada uno en su propiedad y en los poblados situados en los campos. Parte de los hijos de Judá habitaban en Quiryat-Arbá y sus aldeas dependientes, en Dibón y sus aldeas dependientes, en Jecabseel y sus poblados, (Nehemías 11, 25)

  • Por su parte, los edomitas y amonitas acamparon en la montaña frente a Dotán, y mandaron a algunos al sur y al este frente a Egrebel, que está al lado de Jus, sobre el torrente Mojmur. El resto del ejército asirio quedó en la llanura y cubría todo el país. Sus carpas y equipajes formaban un campamento inmenso porque era una enorme muchedumbre. (Judit 7, 18)

  • Los israelitas que volvían de la matanza se adueñaron del resto; también los hombres de las aldeas y granjas de las llanuras y montañas recogieron gran botín de todo lo que los enemigos habían abandonado. (Judit 15, 7)

  • Dejó el resto del ejército bajo el mando de José, hijo de Zacarías, y Azarías, para defender la tierra de Judea, (1 Macabeos 5, 18)

  • El resto de la caballería iba ordenada a derecha e izquierda en las dos alas del ejército, para hostigar al enemigo y proteger los batallones. (1 Macabeos 6, 38)

  • De los de Nicanor cayeron cerca de quinientos hombres y el resto huyó hacia la ciudad de David. (1 Macabeos 7, 32)

  • Mándalos a sus casas y quédate con algunos para acompañarme a la ciudad de Tolemaida, porque quiero entregártela, así como las otras fortalezas, y poner a tu disposición el resto de la tropa con sus oficiales. Después volveré, ya que sólo he venido para esto.» (1 Macabeos 12, 45)

  • El resto de los hechos de Juan, sus batallas, sus hazañas, las murallas que construyó y otras obras suyas, (1 Macabeos 16, 23)

  • De esta manera, hirieron a muchos de ellos, mataron a algunos, y al resto lo pusieron en fuga. En cuanto al ladrón sacrílego Lisímaco, lo ajusticiaron junto al tesoro. (2 Macabeos 4, 42)

  • hiriendo y mutilando a muchos; el resto se dio a la fuga. (2 Macabeos 8, 24)

  • Las armas tomadas al enemigo se guardaron cuidadosamente en lugares seguros; el resto del botín lo llevaron a Jerusalén. (2 Macabeos 8, 31)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina