Encontrados 117 resultados para: resto

  • Los hijos de Aarón le presentaron la sangre, y él, mojando su dedo en la sangre, untó con ella los cuernos del altar y derramó el resto de la sangre al pie del altar. (Levítico 9, 9)

  • Derramará el resto del aceite que le quede en la mano sobre la cabeza del que se purifica, haciendo reparación por él ante Yavé. (Levítico 14, 29)

  • Les dirás además: Cuando ustedes aparten lo mejor, el resto del diezmo será para los Levitas como el trigo en la era o como el vino en la cuba. (Números 18, 30)

  • Cuando coseches tus olivos, no pasarás otra vez para sacudirlos: el resto será para el forastero, el huérfano y la viuda. (Deuteronomio 24, 20)

  • La vanguardia del pueblo iba delante de los sacerdotes y el resto del pueblo detrás del Arca. Las trompetas resonaban por todas partes. Josué había dado esta orden: (Josué 6, 9)

  • El resto de los hijos de Quehat obtuvo diez ciudades de la tribu de Efraím, de Dan y de la media tribu de Manasés. (Josué 21, 5)

  • Pero si se apartan de él y se unen al resto de estos pueblos que todavía quedan entre ustedes, si llegan a ser sus parientes y se mezclan con ellos, (Josué 23, 12)

  • Fueron trescientos los que lamieron el agua. Y el resto se arrodillaron a beber. (Jueces 7, 6)

  • Saúl eligió tres mil hombres de Israel, de los cuales dos mil estaban con él en Micmas y en los cerros de Betel, y mil con Jonatán en Guibea de Benjamín. En cuanto al resto del pueblo, lo devolvió a sus carpas. (1 Samuel 13, 2)

  • Con esto se retiró Samuel. El resto del pueblo que quedaba subió con Saúl a juntarse con los demás combatientes que había en Guibea. (1 Samuel 13, 15)

  • Saúl le contestó: «Los hemos traído del país de Amalec porque el pueblo ha salvado las mejores ovejas y vacas con el fin de ofrecerlas en sacrificio a Yavé. Pero el resto lo hemos destruido.» (1 Samuel 15, 15)

  • Observó el lugar en que estaban acostados Saúl y Abner, hijo de Ner, jefe de su tropa. Saúl dormía en el centro del campamento, y el resto de su gente acampaba a su alrededor. (1 Samuel 26, 5)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina