Encontrados 134 resultados para: pueden
Jesús les contestó: ¿«Quieren ustedes que los compañeros del novio ayunen mientras el novio está con ellos? Mientras tengan al novio con ellos, claro que no pueden ayunar. (Evangelio según San Marcos 2, 19)
Entró en la Casa de Dios, siendo sumo sacerdote Abiatar, y comió los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes; y les dio también a los que estaban con él.» (Evangelio según San Marcos 2, 26)
Jesús les dijo: «Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que yo estoy bebiendo o ser bautizados como yo soy bautizado?» (Evangelio según San Marcos 10, 38)
Vino por tercera vez, y les dijo: «Ahora ya pueden dormir y descansar. Está hecho, llegó la hora. El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. (Evangelio según San Marcos 14, 41)
Jesús les respondió: «Ustedes no pueden obligar a los compañeros del novio a que ayunen mientras el novio está con ellos. (Evangelio según San Lucas 5, 34)
Y si prestan algo a los que les pueden retribuir, ¿qué gracia tiene? También los pecadores prestan a pecadores para que estos correspondan con algo. (Evangelio según San Lucas 6, 34)
Así, pues, ustedes reconocen lo que hicieron sus padres, pero siguen en lo mismo: ellos se deshicieron de los profetas, y ustedes ahora pueden construir. (Evangelio según San Lucas 11, 48)
Yo les digo a ustedes, mis amigos: No teman a los que matan el cuerpo y después ya no pueden hacer nada más. (Evangelio según San Lucas 12, 4)
¡Qué suerte para ti, si ellos no pueden compensarte! Pues tu recompensa la recibirás en la resurrección de los justos.» (Evangelio según San Lucas 14, 14)
Ningún siervo puede servir a dos patrones, porque necesariamente odiará a uno y amará al otro o bien será fiel a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al Dinero. (Evangelio según San Lucas 16, 13)
y dijo: «¡Si al menos en este día tú conocieras los caminos de la paz! Pero son cosas que tus ojos no pueden ver todavía. (Evangelio según San Lucas 19, 42)
Además ya no pueden morir, sino que son como ángeles. Son también hijos de Dios, por haber nacido de la resurrección. (Evangelio según San Lucas 20, 36)
