Encontrados 373 resultados para: pueblos cananeos

  • a los cananeos del este y del oeste, a los amorreos, heteos, fereceos y jebuseos de las montañas, también a los jeveos que vivían en las faldas del monte Hermón, en la región de Mizpá. (Josué 11, 3)

  • Es el país que Josué repartió a las tribus de Israel, a cada una su porción, tanto en los cerros como en los valles y campiñas, en el desierto y en el Negueb. Ahí vivían los heteos, los amorreos, los cananeos, los fereceos, los jeveos y los jebuseos. (Josué 12, 8)

  • Jesebón y todos sus pueblos que están sobre la meseta: Dibón, Bamot-Baal y la ciudad de Baalmon, (Josué 13, 17)

  • Desde Majanaím, todo Basán, y los sesenta pueblos de la comarca de Jaír en Basán. (Josué 13, 30)

  • Azoto con sus pueblos y sus aldeas. Gaza con sus pueblos y aldeas hasta el torrente de Egipto. El mar Grande o Mediterráneo era su término. Y los montes: Samir, Jeter, Socot, (Josué 15, 47)

  • Sin embargo, los hijos de Efraím no expulsaron a los cananeos que vivían en Gazer, de manera que éstos siguieron viviendo en medio de ellos hasta el día de hoy, pero sometidos a tributo. (Josué 16, 10)

  • Pero los hijos de Manasés no pudieron conquistar estas ciudades y los cananeos se encapricharon en permanecer en el país junto con ellos. (Josué 17, 12)

  • Tan pronto los hijos de Israel se sintieron más fuertes, subyugaron a los cananeos, y los hicieron tributarios suyos; mas no los mataron. (Josué 17, 13)

  • Los hijos de José replicaron: «El país montañoso no nos basta. Y en la llanura los cananeos usan carros armados de hierro, tanto los de Betsán y sus aldeas como los del llano de Jezrael.» (Josué 17, 16)

  • Todo será de ustedes y exterminarán a los cananeos aunque tengan carros de hierro y sean fuertes.» (Josué 17, 18)

  • Miren que les he repartido el territorio de todos los pueblos que destruí desde el Jordán hasta el mar Grande, como también el de esos pueblos que todavía permanecen. (Josué 23, 4)

  • Por eso Yavé ha desalojado ante ustedes a pueblos numerosos y poderosos; ninguno pudo resistirles hasta el presente. (Josué 23, 9)


Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina