Encontrados 59 resultados para: poner

  • Las cosas secretas pertenecen a Yavé, nuestro Dios, pero las que nos dio a conocer nos comprometen, a nosotros y nuestros hijos para siempre, y tenemos que poner en práctica todas las disposiciones de esta Ley. (Deuteronomio 29, 28)

  • Reúne al pueblo, hombres, mujeres y niños, y al forastero que vive en tus ciudades, para que escuchen, aprendan a temer a Yavé y cuiden de poner en práctica todas las palabras de esta Ley. (Deuteronomio 31, 12)

  • Al otro día, cuando se levantaron los asdodeos, vieron que Dagón estaba boca abajo en el suelo, delante del Arca de Yavé. Levantaron a Dagón y lo volvieron a poner en su lugar. (1 Samuel 5, 3)

  • y dijo a sus hombres: «¡Líbreme Dios de hacer tal cosa contra mi señor! ¡No puedo poner la mano sobre el ungido de Yavé! » (1 Samuel 24, 7)

  • Luego Abner dijo a David: «Ahora quiero irme, pues voy a poner a todo Israel de tu parte, oh señor, mi rey. Ellos harán una alianza contigo y tú reinarás según lo deseas.» David despidió a Abner, que se fue en paz. (2 Samuel 3, 21)

  • Pero sí tomaré el reino de manos de su hijo y te daré las diez tribus. 36A su hijo, sin embargo, le guardaré una tribu, pues quiero que mi servidor David tenga siempre su lámpara encendida en mi presencia en Jerusalén, la ciudad que yo elegí para poner en ella mi Nombre. (1 Reyes 11, 35)

  • Volvamos al reinado de Roboam, hijo de Salomón, en el país de Judá. Tenía cuarenta y dos años cuando comenzó a reinar y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que había elegido Yavé entre todas las tribus de Israel para poner en ella su nombre. Su madre, Naamá, era amonita. (1 Reyes 14, 21)

  • Y entre sus hermanos estaban los hijos de Quehatitas, que estaban encargados de poner en fila los panes de cada sábado. (1 Crónicas 9, 32)

  • Hizo también la cortina de púrpura violeta, púrpura escarlata, carmesí y lino fino, y en ella hizo poner querubines. (2 Crónicas 3, 14)

  • Había todavía cosas buenas en Judá. Se afianzó, pues, el poder del rey Roboam en Jerusalén. Roboam tenía cuarenta y un años cuando comenzó a reinar y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que había elegido Yavé de entre todas las tribus de Israel para poner en ella su nombre. La madre de Roboam era amonita y se llamaba Noama. (2 Crónicas 12, 13)

  • Entre tanto, Jeroboam hizo dar un rodeo para poner una emboscada y atacarlos por detrás, de manera que él estaba frente a Judá y la emboscada a espaldas de éstos. (2 Crónicas 13, 13)

  • No dejen de poner en esto gran cuidado, no sea que el mal aumente con perjuicio nuestro.» (Esdras 4, 22)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina