Encontrados 98 resultados para: pesar
Pero tú, Belsasar, hijo suyo, tampoco has conservado humilde tu corazón, a pesar de que sabías todo esto. (Daniel 5, 22)
Yavé me dijo: «Vuelve a querer de nuevo a una mujer adúltera que hace el amor con otros, así como Yavé ama a los hijos de Israel a pesar de que lo han dejado por otros dioses y les ofrecen tortas de pasas.» (Oseas 3, 1)
Su misma arrogancia condena a Israel, pero no se han vuelto a Yavé, su Dios, ni tratan, a pesar de todo, de buscarlo. (Oseas 7, 10)
Cambiaré sus fiestas en velorio y sus cantos en lamentos. Haré que todo el mundo se vista de saco y que todos se rapen la cabeza. Ese día habrá tanto pesar como en los funerales de un hijo único; y el porvenir no será menos amargo. (Amós 8, 10)
Al verlo las naciones se sentirán derrotadas a pesar de todo su poderío; se taparán la boca con la mano y quedarán atontadas. (Miqueas 7, 16)
«¿Qué es eso?», le pregunté. «Es un cajón para pesar grano, me contestó. Representa el pecado que todos cometen en el país.» (Zacarías 5, 6)
Cada familia en el país, por separado, guardará luto y pesar: así, por ejemplo, la familia de David sola, y lo mismo sus mujeres. (Zacarías 12, 12)
Si Edom afirma que empezará a reconstruir sus ruinas, a pesar de haber sido destruidas, Yavé de los Ejércitos les advierte: «¿Qué sacan con reconstruir, si yo se lo demoleré? A ustedes los llamarán "país maldito" y "nación con la que Yavé se ha disgustado para siempre".» (Malaquías 1, 4)
Ustedes se expresan de mí muy duramente, dice Yavé, a pesar de que tratan de excusarse de que nada malo han dicho de mí. (Malaquías 3, 13)
Pero cuando miraron, vieron que la piedra había sido retirada a un lado, a pesar de ser una piedra muy grande. (Evangelio según San Marcos 16, 4)
Pues entró en la Casa de Dios, tomó los panes de la ofrenda, los comió y les dio también a sus hombres, a pesar de que sólo estaba permitido a los sacerdotes comer de ese pan.» (Evangelio según San Lucas 6, 4)
Yo mismo, a pesar de que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y cuando le ordeno a uno: "Vete", va; y si le digo a otro: "Ven", viene; y si digo a mi sirviente: "Haz esto", lo hace.» (Evangelio según San Lucas 7, 8)