Encontrados 35 resultados para: perfume

  • Expandan un olor agradable como el incienso, que se abran sus flores como el lirio, den su perfume y entonen un canto ¡Bendigan al Señor por todas sus obras! (Sirácides (Eclesiástico) 39, 14)

  • El recuerdo de Josías es como un perfume de incienso preparado con todo el arte del perfumista, es como una miel suave al paladar, es como una música en medio de un festín y del vino. (Sirácides (Eclesiástico) 49, 1)

  • Tomando la copa de vino, dejaba que corriera suavemnte el jugo de la uva al pie del altar, como perfume agradable para el Altísimo, el Rey del universo. (Sirácides (Eclesiástico) 50, 15)

  • velos, sombreros, cadenillas de pie, cinturones, frascos de perfume y amuletos, (Isaías 3, 20)

  • Sus altares serán derribados, sus altares para el perfume serán rotos. Haré que sus habitantes sean masacrados delante de sus ídolos. (Ezequiel 6, 4)

  • Doquiera ustedes habiten, serán devastadas las ciudades y derribados los Altos Lugares, sus altares serán abandonados, sus ídolos rotos, sus altares para el perfume destruidos. (Ezequiel 6, 6)

  • Te bañé con agua, lavé tu sangre y te perfumé con aceite. (Ezequiel 16, 9)

  • Cuando salgan de en medio de los pueblos y los junte de todos los países en donde fueron dispersos, serán para mí como un perfume de agradable olor. Entonces, por medio de ustedes haré que las naciones vean mi santidad. (Ezequiel 20, 41)

  • Judá y la tierra de Israel te proporcionaba trigo de Minita, cera, aceite, perfume a cambio de tus mercaderías. (Ezequiel 27, 17)

  • no comí alimentos sabrosos; no entraron en mi boca ni carne, ni vino, ni me perfumé durante tres semanas (Daniel 10, 3)

  • Susana dijo a sus criadas: «Tráiganme jabón y perfume y cierren las puertas del jardín para poder bañarme.» (Daniel 13, 17)

  • Sus retoños brotarán por todas partes, tendrá como el olivo mucha prestancia y será su perfume como el del Líbano. (Oseas 14, 7)


“Amar significa dar aos outros – especialmente a quem precisa e a quem sofre – o que de melhor temos em nós mesmos e de nós mesmos; e de dá-lo sorridentes e felizes, renunciando ao nosso egoísmo, à nossa alegria, ao nosso prazer e ao nosso orgulho”. São Padre Pio de Pietrelcina