Encontrados 622 resultados para: palabras sabias

  • El que es de Dios escucha las palabras de Dios; ustedes no las escuchan porque no son de Dios.» (Evangelio según San Juan 8, 47)

  • Nuevamente se dividieron los judíos a causa de estas palabras. (Evangelio según San Juan 10, 19)

  • Estas palabras de Caifás no venían de sí mismo, sino que, como era sumo sacerdote aquel año, profetizó en aquel momento; Jesús iba a morir por la nación; (Evangelio según San Juan 11, 51)

  • Con estas palabras Jesús daba a entender de qué modo iba a morir. (Evangelio según San Juan 12, 33)

  • Tenía que cumplirse lo dicho por el profeta Isaías: Señor, ¿quién ha dado crédito a nuestras palabras? ¿A quién fueron revelados los caminos del Señor? (Evangelio según San Juan 12, 38)

  • Si alguno escucha mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo, porque yo no he venido para condenar al mundo, sino para salvarlo. (Evangelio según San Juan 12, 47)

  • Jesús le respondió: «Si alguien me ama, guardará mis palabras, y mi Padre lo amará. Entonces vendremos a él para poner nuestra morada en él. (Evangelio según San Juan 14, 23)

  • El que no me ama no guarda mis palabras; pero el mensaje que escuchan no es mío, sino del Padre que me ha enviado. (Evangelio según San Juan 14, 24)

  • Mientras ustedes permanezcan en mí y mis palabras permanezcan en ustedes, pidan lo que quieran y lo conseguirán. (Evangelio según San Juan 15, 7)

  • Al oír Pilato estas palabras, hizo salir a Jesús al lugar llamado el Enlosado, en hebreo Gábbata, y lo hizo sentar en la sede del tribunal. (Evangelio según San Juan 19, 13)

  • Israelitas, escuchen mis palabras: Dios acreditó entre ustedes a Jesús de Nazaret. Hizo que realizara entre ustedes milagros, prodigios y señales que ya conocen. (Hecho de los Apóstoles 2, 22)

  • se refería a la resurrección del Mesías, viéndola de antemano, con estas palabras: no será abandonado en el lugar de los muertos, ni su cuerpo experimentará la corrupción . (Hecho de los Apóstoles 2, 31)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina