Encontrados 622 resultados para: palabras sabias
Les voy a decir a quién se parece el que viene a mí y escucha mis palabras y las practica. (Evangelio según San Lucas 6, 47)
Cuando terminó de enseñar al pueblo con estas palabras, Jesús entró en Cafarnaún. (Evangelio según San Lucas 7, 1)
Al oír estas palabras, Jesús quedó admirado, y volviéndose hacia la gente que lo seguía, dijo: «Les aseguro, que ni siquiera en Israel he hallado una fe tan grande.» (Evangelio según San Lucas 7, 9)
Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras, también el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga en su gloria y en la gloria de su Padre con los ángeles santos. (Evangelio según San Lucas 9, 26)
Después de oírse estas palabras, Jesús estaba allí solo. Los discípulos guardaron silencio por aquellos días, y no contaron nada a nadie de lo que habían visto. (Evangelio según San Lucas 9, 36)
Pero ellos no entendieron estas palabras. Algo les impedía comprender lo que significaban, y no se atrevían a pedirle una aclaración. (Evangelio según San Lucas 9, 45)
Al oír estas palabras, uno de los invitados le dijo: «Feliz el que tome parte en el banquete del Reino de Dios.» (Evangelio según San Lucas 14, 15)
Y el Señor dijo: «¿Se han fijado en las palabras de este juez malo? (Evangelio según San Lucas 18, 6)
Le contestó el rey: «Por tus propias palabras te juzgo, servidor inútil. Si tú sabías que soy un hombre exigente, que reclamo lo que no he depositado y cosecho lo que no he sembrado, (Evangelio según San Lucas 19, 22)
pero no sabían qué hacer, pues todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras. (Evangelio según San Lucas 19, 48)
Jesús, fijando su mirada en ellos, les dijo: «¿Qué significan entonces esas palabras de la Escritura: La piedra que rechazaron los constructores ha venido a ser la piedra principal. (Evangelio según San Lucas 20, 17)
Entonces empezaron a seguir a Jesús de cerca; le enviaron unos espías que fingieron buena fe para aprovecharse de sus palabras y poder así entregarlo al gobernador y su justicia. (Evangelio según San Lucas 20, 20)