Encontrados 45 resultados para: olas

  • cuando le impuso sus fronteras al mar, un límite que no franquearían sus olas. Cuando ponía los cimientos de la tierra, (Proverbios 8, 29)

  • como el navío que corta la espuma del mar, y de cuyo paso no queda huella alguna, ni marca de su quilla en las olas. (Sabiduría 5, 10)

  • Veamos a otro que se prepara para embarcarse. Antes de enfrentar el furor de las olas, invoca a un pedazo de madera más frágil aún que la embarcación que lo llevará. (Sabiduría 14, 1)

  • pero es tu Providencia, oh Padre, la que lo conduce. Tú has abierto un camino en el mar y trazado una ruta segura por entre las olas. (Sabiduría 14, 3)

  • No quieres que los hombres, obras de tu Sabiduría, estén sin hacer nada; pero, mira cómo confían su vida a un pedazo de madera: una balsa les permite atravesar las olas sanos y salvos. (Sabiduría 14, 5)

  • Se vio a una nube que cubría el campamento con su sombra y que aparecía la tierra seca en medio del agua; se abrió en el Mar Rojo un paso seguro, una verde llanura reemplazó a las olas impetuosas, (Sabiduría 19, 7)

  • Tomé posesión de las olas del mar; míos son la tierra, todos los pueblos y todas las naciones. (Sirácides (Eclesiástico) 24, 6)

  • Esto dice Yavé, que abrió un camino a través del mar como una calle en medio de las olas; (Isaías 43, 16)

  • Si hubieras estado atento a mis leyes, la dicha te habría inundado como un río. Habrías sido fuerte como las olas del mar, (Isaías 48, 18)

  • Yo soy Yavé, tu Dios, que muevo el mar y hago rugir sus olas, mi nombre es Yavé de los Ejércitos. (Isaías 51, 15)

  • ¿A mí no me temen?, dice Yavé, ni tiemblan delante de mí? De mí, que puse la arena para atajar el mar, como una cerca eterna que no puede saltar. Aunque se agite bramando, no podrá pasarla con sus olas. (Jeremías 5, 22)

  • Llevan arcos y espadas, son crueles e inhumanos; avanzan como las olas del mar rugiente, montados a caballo, ordenados como un solo hombre para atacarte, hija de Sión.» (Jeremías 6, 23)


“O trabalho é tão sagrado como a oração”. São Padre Pio de Pietrelcina