Encontrados 173 resultados para: ningún

  • Al tomar el poder, apenas se hubo sentado en el trono, mató a toda la familia de Basá, sin dejar ningún hijo, pariente, ni amigo. (1 Reyes 16, 11)

  • Entonces Naamán le dijo: «Ya que te niegas, permite que se me den unos sacos de tierra de tu país, la cantidad que puedan cargar dos mulos. La usaré para construir un altar a Yavé, pues a ningún otro ofreceré más sacrificios. (2 Reyes 5, 17)

  • De este dinero que se daba para la Casa, no se hacían ni copas de plata, ni cuchillos, ni calderos para el agua, ni trompetas, ni ningún objeto de oro o plata, (2 Reyes 12, 14)

  • El hizo en todo lo que es recto a los ojos de Yavé, y siguió las huellas de David, su padre, sin desviarse para ningún lado. (2 Reyes 22, 2)

  • No hubo antes ningún rey que, como él, se volviera a Yavé con todo su corazón, con toda su alma y con todas sus fuerzas, observando toda la Ley de Moisés; ni después de él se manifestó otro que se le pareciera. (2 Reyes 23, 25)

  • más doce leones de pie sobre las seis gradas a uno y otro lado. No se había hecho cosa semejante en ningún reino. (2 Crónicas 9, 19)

  • Así, pues, que no los engañe Ezequías ni los seduzca con vanas promesas. No lo crean. Ningún Dios de ninguna nación o reino ha podido salvar a su pueblo de mi mano, ni de la mano de mis padres. ¡Cuánto menos podrán los dioses de ustedes librarlos de mi mano!» (2 Crónicas 32, 15)

  • No se había celebrado Pascua como ésta en Israel desde los días del profeta Samuel y ningún rey de Israel celebró una Pascua como la que celebraron Josías, los sacerdotes y los levitas, todo Judá e Israel, que allí se hallaban presentes, y los habitantes de Jerusalén. (2 Crónicas 35, 18)

  • Sambalat, Tobías, el árabe, Guesem y los demás enemigos nuestros supieron que yo había levantado nuevamente la muralla de Jerusalén. No quedaba ningún hoyo, aunque todavía no se habían puesto las puertas. (Nehemías 6, 1)

  • Si la gente del país trae en día sábado mercancías o cualquier otra clase de alimentos para vender, nada les compraremos en día sábado, ni en ningún otro día sagrado de fiesta. El año séptimo dejaremos sin cultivar nuestros campos y perdonaremos todo lo que se nos deba. (Nehemías 10, 32)

  • Pero, si pasado ese plazo no llega ningún socorro, haremos lo que pidieron.» (Judit 7, 31)

  • Incluso las primicias del trigo y las décimas del vino y del aceite, cosas sagradas y reservadas a los sacerdotes de Jerusalén y que ningún laico puede tocar ni siquiera con las manos. (Judit 11, 13)


“Tente percorrer com toda a simplicidade o caminho de Nosso Senhor e não se aflija inutilmente.” São Padre Pio de Pietrelcina