Encontrados 173 resultados para: ningún

  • Porque la sangre de todo ser viviente es su misma alma. Por eso mandé a los hijos de Israel: «No comerán la sangre de ningún animal, pues la sangre es su alma misma.» El que la coma será eliminado. (Levítico 17, 14)

  • El sacerdote que ha sido puesto más alto que sus hermanos, sobre cuya cabeza se ha derramado el óleo de unción, y que ha sido consagrado para revestir las vestiduras, en ningún caso tendrá su cabellera suelta ni rasgará sus vestidos. (Levítico 21, 10)

  • Ningún varón que tenga un defecto presentará las ofrendas: ya sea ciego o cojo, desfigurado o desproporcionado, (Levítico 21, 18)

  • Ningún descendiente del sacerdote Aarón que tenga un defecto, se acercará para ofrecer a Yavé los sacrificios por el fuego. El que tiene alguna diformidad no ofrecerá el alimento de su Dios; (Levítico 21, 21)

  • Ningún extraño comerá de las cosas sagradas; el que viva en casa del sacerdote o que trabaje a su servicio, no comerá de las cosas sagradas. (Levítico 22, 10)

  • Pero, si queda viuda o es despedida por su esposo sin tener hijos y vuelve a la casa de su padre, podrá comer el pan de su padre, como cuando era joven. Pero ningún extraño comerá de él. (Levítico 22, 13)

  • Habrá seis días trabajados, y el séptimo día será sábado de descanso con una asamblea santa: no se hará ningún trabajo. El sábado será para Yavé en todos los lugares donde vivan. (Levítico 23, 3)

  • Durante siete días seguidos ofrecerán a Yavé un sacrificio por el fuego; el séptimo día convocarán una asamblea santa. y no harán ningún trabajo de trabajador.» (Levítico 23, 8)

  • Este mismo día convocarán una asamblea santa; no harán ningún trabajo de trabajador. Es ley perpetua para sus descendientes, dondequiera que habiten. (Levítico 23, 21)

  • No harán ningún trabajo de trabajador y ofrecerán a Yavé un sacrificio por el fuego.» (Levítico 23, 25)

  • No harán ningún trabajo porque ése es el día del Perdón, en que se hace la expiación por ustedes delante de Yavé. (Levítico 23, 28)

  • El día primero habrá reunión sagrada y no harán ningún trabajo de trabajador. (Levítico 23, 35)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina