Encontrados 81 resultados para: mucha
Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo, pues yo vengo a comunicarles una buena noticia, que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo. (Evangelio según San Lucas 2, 10)
Cuando llegó a la puerta del pueblo, sacaban a enterrar a un muerto: era el hijo único de su madre, que era viuda, y mucha gente del pueblo la acompañaba. (Evangelio según San Lucas 7, 12)
Jesús respondió: «Un hombre dio un gran banquete e invitó a mucha gente. (Evangelio según San Lucas 14, 16)
Al oír que pasaba mucha gente, preguntó qué era aquello, (Evangelio según San Lucas 18, 36)
Juan también estaba bautizando en Ainón, cerca de Salín, porque allí había mucha agua; la gente venía y se hacía bautizar. (Evangelio según San Juan 3, 23)
Mucha gente acudió a él, y decían: «Juan no hizo ninguna señal milagrosa, pero todo lo que dijo de éste era verdad.» (Evangelio según San Juan 10, 41)
Se quedaron allí algún tiempo enseñando. Luego llegaron unos judíos de Antioquía e Iconio y hablaron con mucha seguridad, afirmando que no había nada de verdadero en aquella predicación, sino que todo era una mentira. Persuadieron a la gente a que les dieran la espalda y al final apedrearon a Pablo. Después lo arrastraron fuera de la ciudad, convencidos de que ya estaba muerto. (Hecho de los Apóstoles 14, 19)
Mientras íbamos un día al lugar de oración, salió a nuestro encuentro una muchacha esclava que estaba poseída por un espíritu adivino. Adivinando la suerte producía mucha plata a sus amos. (Hecho de los Apóstoles 16, 16)
Estos eran mejores que los de Tesalónica, y recibieron el mensaje con mucha disponibilidad. Diariamente examinaban las Escrituras para comprobar si las cosas eran así. (Hecho de los Apóstoles 17, 11)
Hablaba, pues, con mucha convicción en la sinagoga. Al oírlo Aquila y Priscila, lo llevaron consigo y le expusieron con mayor precisión el camino. (Hecho de los Apóstoles 18, 26)
proclamaba el Reino de Dios y les enseñaba con mucha seguridad lo referente a Cristo Jesús, el Señor, y nadie le ponía trabas. (Hecho de los Apóstoles 28, 31)
Con mucha más razón ahora nos salvará del castigo si, por su sangre, hemos sido hechos justos y santos. (Carta a los Romanos 5, 9)